Esta vez Liniers finalizó de la misma manera que comenzó: ganando. Al igual que en el partido anterior, convirtió el tanto de apertura en el epílogo del primer tiempo. Aunque en esta ocasión, al fin, pudo sostener el triunfo. Merecido. Buscado y además logrado.
La diferencia fue más que el gol de la estadística. Pero, en algunas oportunidades las decisiones desacertadas, y en otras la mala fortuna, resultaron ser los impedimentos para que el “Celeste” no obtuviese una victoria más amplia. En defensa hubo pequeños desajustes, pero no graves. En tanto, Deportivo Español fue un rival batallador. Que, por cierto, conoce acabadamente sus limitaciones. Sin embargo se las arregló para complicarnos el asunto. Su carta de presentación fue la soltura con la que se mostró. Esa que ejerció al comienzo del encuentro cuando Mariano Díaz cada vez que pasó con pelota dominada por su andarivel fue un llamado de atención para los dirigidos por De Paoli. Pero a los diez minutos Liniers contó con la primera chance para desnivelar: una falla en la línea de fondo “españolista” posibilitó que Alejandro Cuevas quede solo ante Ezequiel Bustos, que contuvo sin demasiado esfuerzo el remate del volante de la “Topadora”. De a poco el “Celeste” fue tomando el control de las acciones. Con el balón como patrimonio exclusivo. A partir de la tenencia del mismo Liniers se sintió más cómodo. En ese contexto, Oscar Romero supo como organizar los ataques de su equipo. Nilo Vigna mejoró mucho la evolución de los ataques. Y Adrián Maldonado, como es habitual, aportando su fina precisión. Esa que sirvió para que colocase el esférico en la cabeza de Marcos Cabrera, y el defensor surgido de Central Ballester haga lucir al “eterno” Ezequiel Bustos que ahuyentó el peligro. La jugada continuó y nuevamente el “Gato” Bustos agigantó su figura tapándole a Nilo Vigna un remate dentro del área penal. Pero el experimentado arquero nada pudo hacer un minuto después, exactamente a los cuarenta y tres, cuando un contraataque iniciado por Denis Segovia y continuado con un pase magistral de Vigna, dejó solo a Hugo Palmerola que lo eludió y definió suavemente con la cara interna de su botín derecho. Golazo y primer tiempo liquidado.
En el segundo, Rodolfo De Paoli pretendiendo darle mayor ritmo al ataque, hizo entrar a Nicolás Horacio por Alejandro Varela. Y siguió el dominio. Sin prisa pero sin pausa. A los ocho minutos, un poderoso disparo de Palmerola hizo estremecer al arquero de la visita que logró rechazar con sus puños. En tanto, Social Español trató de mejorar la insuficiente imagen que dejó en la última media hora de la etapa inicial. A puro pecho, nos encogió el corazón en una clarísima ocasión que tuvo a los diecisiete minutos a través de Joel Ibarra. Afortunadamente, el enérgico remate del delantero dio en la parte externa de la red. Los del “Bajo Flores” perdonaron y el cotejo permaneció uno a cero. Pero Liniers siguió mirando el arco de Español. Y a los veintisiete otro remate de Palmerola es tapado por Bustos. A esa altura de los acontecimientos, constituido como una de las figuras del partido. Tres minutos más tarde, Vigna abrió para Segovia, éste envió el centro al borde del área penal, y Nicolás Horacio hizo tocar el balón en uno de los postes. En los últimos diez minutos los “Gallegos” quemaron sus naves y Liniers vivió algunos momentos angustiosos, tanto más cuanto que el juez adicionó cuatro minutos que terminaron siendo cinco. Y una desprolija jugada dentro del área estuvo a punto de tirar al diablo todo. Pero no. El fútbol no quiere injusticias. Ganó Liniers. La estadística dirá que por un gol. La memoria dirá otra cosa: que hubo más diferencia que ésa.
Héctor Quatrida
1 comentario:
les falta chispa a estos comentario tan parciales
pablito
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