Cuando colegas de la UAI Urquiza nos preguntaban qué tipo de partido esperábamos les respondimos sin dudar: un partido abierto, porque Liniers propone siempre. Pero esa generosa propuesta, que luego del partido sorprendió a los propios seguidores del puntero, lleva implícito un riesgo: cada error generalmente se paga con un gol, y más si frente a sí tenés a un equipo como el Furgón que definitivamente nos convenció de ser el mejor de la categoría.
En el primer tiempo se vio lo mejor. El local tuvo las opciones más claras con un Monllor espectacular, pero Liniers también tuvo las suyas, Palmerola y Vigna hicieron estremecer al buen arquero Cano. A los 40 otra vez Nilo Vigna -que volvió en todo su esplendor- con un derechazo al ángulo superior izquierdo abrió el marcador. Increiblemente Liniers fue por el segundo, y en la contra Romero trabó una pelota con Céliz y Amato, tal vez en su único, pero grave, error sancionó penal. Gran ejecución de Coria para igualar. A partir de allí en tiempo de descuento dos errores casi calcados, un equipo que va a frente pero queda desacomodado en la contra y la punta izquierda sin cubrir determinaron sendos goles de la UAI.
En el segundo tiempo el dominio de Liniers fue constante, pero recién después de los 30 pudo generar situaciones. El local reguló, y esperó acertar algún contragolpe. La Topadora tuvo situaciones, es más, mereció descontar, pero chocó contra un arquero impecable.
Como positivo queda la labor de Monllor, enorme, ideal para el esquema que propone De Paoli de marcar en línea y tirar el achique. También la recuperación de Vigna y la esperada vuelta de Aversa, con muchas expectativas a futuro. No funcionó la ubicación de Maldonado marcando punta izquierda. La idea de De Paoli era aprovechar esa banda en faz ofensiva.
La irregularidad parece gobernar los últimos partidos. Todavía el equipo no encuentra su identidad. No alcanza con proponer, hay que ajustar muchos detalles, especialmente en defensa. Esperemos que con los refuerzos y los jugadores que tienen que recuperarse por lesiones, Liniers logre plasmar en la cancha la idea que el técnico tiene, para ser un equipo compacto y poder aspirar a un lugar en el reducido. Por ahora, está lejos.
Víctor Marinelli
(Foto gentileza UAI Urquiza)
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