Para la temporada 2002/03 Villa Dálmine armó un equipo sensación. El cuadro de los "5 Magníficos". Estaba integrado entre otros por Pedro Troglio, Roberto Monserrat, Raúl Cardozo, Mario Pobersnik y José Basualdo. La apuesta fuerte era el ascenso a Primera B.
Y la campaña en el Apertura le dio la razón. Sin demasiado esfuerzo ganó el torneo 3 fechas antes de concluir las 17 fechas que lo componían. En la penúltima jornada, 30 de noviembre de 2002, ya campeón, festejaba a lo grande enfrentando a Liniers, que merodeaba por los últimos lugares de la tabla. El conocido Juan Carlos Calabró, que hasta ese momento no había querido ir a ver ningún partido para no "quemar" al viola, decidió hacerse presente en Campana. Cerca de 10.000 personas coparon el estadio. Vuelta olímpica y festejos al por mayor. Pero en los 90 minutos, Liniers dio la sorpresa: Le ganó con gol de Diego Arena 1 a 0 y empañó en parte la alegría campanense, que además perdía el invicto de su cancha. Negreti sobre el final hasta pudo ampliar. Los comentarios de la época hablaban que tan sólo un hincha de La Topadora estaba presente en el estadio, y mucho no pudo festejar.
En 2003 se jugó el Clausura. Nuevamente Dálmine con sus figuras marcó diferencias, aunque esta vez Colegiales se convirtió en su mayor oponente. Faltaban 2 fechas, el Viola le llevaba un punto al Tricolor. Si ganaba el torneo ascendía directamente. Pero enfrentaba a Liniers, que por su parte, no pudo tener una buena temporada con muchos chicos promovidos de inferiores, y peleaba en el promedio por no descender. Su situación era casi desesperante. Llegó el 24 de mayo y la penúltima fecha. En la semana Villa Dálmine hizo gestiones para sacar a Liniers de Villegas, pero no lo consiguió. Una multitud que superaba las 1.000 personas llegó de Campana, ocupando la tribuna habitualmente local. Lleno total en el Juan Antonio Arias. Cámaras de TV, Radios locales, Conexiones a Radios Nacionales. Toda la parafernalia del partido del campeonato. En la previa, un claro favorito: Villa Dálmine. En la cancha, los antecedentes comenzaron a darle la razón: Fabricio Núñez a los 26 marcaba el tanto de apertura para el celeste. En el complemento, a los 19 igualó Diego Carrizo. Uno prácticamente festejaba el ascenso y el otro quedaba casi condenado, porque el empate no servía. Con garra y coraje Liniers dio vuelta la historia. Javier Grbec a los 27 marcó el gol del triunfo, luego de que Gabriel Guillaume, árbitro en la ocasión, le cobrara un foul técnico al borde del área a Basualdo. La gran multitud quedó atónita. De nada sirvió el empuje final de los violetas por empatar. Liniers festejó como nunca una verdadera epopeya.
Y a esa derrota de Dálmine se sumó el triunfo de Colegiales, que ganó el torneo. Y en la finalísima el equipo de Munro logró el ascenso.
Para Liniers, el triunfo fue un poco de oxígeno, que luego de la última fecha (en la que perdió frente a Argentino de Merlo) significó llegar a la Promoción con Victoriano Arenas, y en definitiva salvar la categoría. Berazategui, que en la última fecha perdía con Villa San Carlos, terminaba descendiendo. Deportivo Merlo, el otro comprometido, alcanzaba un empate salvador ante Barracas Central.
En la última chance que tuvo Dálmine por ascender, es decir el Reducido, aquel equipo de los 5 Magníficos también la desaprovechó. Lo eliminó Acassuso.
Aquella temporada significó una gran frustración para Villa Dálmine. Pasaron muchos años para que vuelva a ser protagonista. Tal vez, pueda ser éste.
La historia dirá que Liniers tuvo mucho que ver en aquélla gran desilusión.
Víctor Marinelli
2 comentarios:
martin marinelli yo estava y no habia 3000 sino serca de 1000 y lo de la gente tenes razon festejamos como locos hasta horas de la madrugada en lo de lucy
El primer gol fue de Liniers lo marco Fabricio Nunez. Luego empato Dalmine y por ultimo lo gano liniers con mucho corazon.
Publicar un comentario