CUANDO LA SUERTE QUE ES GRELA...

Hay tanto azar en el fútbol que cuando un equipo no está en su día, por más que intente hasta lo imposible es muy factible que se vaya con las manos vacías. Esto mismo le sucedió a Liniers. Que no le alcanzó con poner la pelota al piso y mantener el asedio sobre el campo de El Porvenir. Claro que muchos ataques fueron ineficaces. También debemos mencionarlo. Pero fue tan afortunado el triunfo de los de Gerli, que no podemos disimular el descontento y señalar, además, que la visita no hizo mucho para ganar. Digamos que hizo bastante menos que Liniers. Sin ninguna duda. Pero veamos…

A los diez minutos, cuando Hugo Palmerola eludió al arquero y todos preparaban la garganta, el delantero “Celeste” hizo tocar el balón con la red pero en la parte externa. Seis minutos más tarde se produjo la segunda llegada punzante de “La Topadora” y, a la vez, la primera polémica de la tarde: Alejandro Varela recibió el balón en el área y definió con categoría, pero el segundo asistente, Fernando Centani, anuló la conquista tras señalar que el delantero surgido de Lanús había parado el esférico con el brazo y no con el pecho. Sobre los treinta y siete minutos, otra vez Varela, con un remate a colocar, hizo extremar al arquero Nahuel Valiñas que dio rebote e inmediatamente apareció Maximiliano Portillo para definir, aunque aparentemente en posición adelantada.

La segunda etapa no ofreció variantes sustanciales. Liniers prosiguió asediando a su adversario. Y el rival se animó a salir un poco del encierro forzado. Pero no mucho. Hugo Palmerola contó con dos ocasiones más para abrir el tanteador: a los cinco minutos su potente remate de derecha fue desviado por Valiñas, y sobre los dieciocho minutos otro disparo se fue rozando uno de los palos. Liniers eligió más veces el sector derecho de la defensa para salir jugando. Y en ese contexto, Denis Segovia ofreció una clase magistral de marca y salida con pelota asegurada. Pero, con el correr de los minutos, algunos espacios fueron aprovechados por la visita para provocar acciones de pelota detenida. El objetivo del “Celeste” seguía siendo el gol. Pero ya no había tantas llegadas en bloque para obtenerlo. Y tampoco un arribo masivo al área adversaria. Sólo un remate de Alejandro Cuevas cuando se cumplía el minuto cuarenta y dos, que pasó cerca del ángulo superior izquierdo del arco defendido por Valiñas. Pero no era el día de Liniers. Por ello, ni siquiera culminó sumando un punto. Ya que en tiempo adicionado al reglamentario, tras un tiro libre ejecutado por Ricardo Vera, el mediocampista central, Leonardo Kees le dio la victoria a El Porvenir. La acción, muy discutida por los jugadores de Liniers (reclamaron una infracción al arquero Mariano Monllor), derivó en la expulsión del capitán del equipo, Oscar Romero. Quedando a las claras, una vez más, que para el árbitro Sebastián Bresba es de “extrema gravedad” una simple protesta- no fue para nada desmedida ni ampulosa la actitud de Romero- que el viejo recurso mezquino de la falta sistemática para cortar el juego, como lo hicieron durante muchos momentos del partido el defensor Leonardo Aguirre y también el propio autor del gol. Liniers tuvo una más mediante un tiro libre de Raúl Ruiz que se fue desviado. Enseguida llegó el final y el triunfo correspondió a los de Gerli. Con un gol filibustero. No fue justo. Para nada. Pero acertaron.

Héctor Quatrida