LA TOPADORA CON AUTORIDAD

La impronta de la nueva conducción técnica fue palpable desde el primer minuto. Liniers tuvo determinación, órden y efectividad. Cuando pudo, dejó entrever que hasta puede jugar fútbol de alta gama.

El dibujo táctico inicial de De Paoli pareció revolucionario. Un ambicioso 4-2-1-3 dejó en claro que Liniers buscaba ser protagonista desde el minuto inicial. El partido fue luchado, el árbitro dejó abusar del juego fuerte y desleal especialmente por parte de la visita (Nápoli le rompió el labio a Ruíz y no recibió sanción). En la firmeza de Monllor en el arco junto a una defensa concentrada que ganó siempre en cada envío aéreo, el habitual sacrificio de Romero y la sutileza de Sawicki, el celeste apoyó sus pretensiones. Hacia adelante Ruíz como enganche, con su experiencia y atildado andar, y un terceto ofensivo: Palmerola, Portillo y Varela, todos penetrantes, que aportaban también presión a la salida rival.

Ruíz cerca de los 15 probó la atención del arquero visitante, y a los 21 centro de Figueroa a Palmerola que se la bajó de pecho a Varela que sometió al sorprendido Hourcade con soberbia volea al palo izquierdo. A partir de allí se vieron buenos momentos del equipo que intentó por abajo, a diferencia del pelotazo que proponía Dock Sud. Sin embargo a los 30 Miranda Moreira aprovechó un descuido defensivo y tuvo el empate, pero su remate de zurda se perdió cerca del poste izquierdo. El técnico visitante decidió sacar un volante por un delantero. Cuando finalizaba el período combinaron Varela y Figueroa, que en definitiva generó el desequilibrio con su gran maniobra personal, dejándole el balón a Palmerola que con el arco desguarnecido no tuvo inconvenientes en convertir el segundo tanto.

Para el complemento se esperaba la decisión de Dock Sud de buscar el descuento y las posibilidades abiertas para Liniers de tener más espacio en la contra. Palmerola se tiró unos metros atrás. Ruíz en la primer llegada nuevamente probó de media distancia y Hourcade respondió con acierto, poco después un desborde de Portillo fue empalmado por Varela (muy influyente) y el balón salió cerca del poste izquierdo. Tras cartón Monllor en espectacular volada desvió un tiro libre de Manccini. Liniers siempre mantuvo el órden en sus lineas y cuando pudo intentó toque y circulación. Pero a los 21 se fue expulsado Ruíz por un aparente codazo y el libreto debió en parte variar. Ingresó Cuevas para reforzar el medio por Varela. Dock Sud sin ideas intentó, pero chocó siempre con un equipo que se cerró con acierto, armando dos lineas de 4, y que supo dejar transcurrir el tiempo, no viendo comprometido el triunfo en momento alguno.

La Topadora lo ganó con autoridad, por momentos reduciendo a la mínima expresión a su rival, que impotente no pudo exponer en cancha demasiados argumentos. La expusión de Ruíz privó tal vez de terminar a toda orquesta, como pintaba el trámite. Liniers fue un equipo corto, comprometido, que mostró personalidad a la hora de defender y agresividad cuando le tocó atacar. Se fue ovacionado al final. Recuperó el nivel de las grandes tardes. La ilusión se alimenta de resultados. Liniers ya comenzó a lograrlos.

Víctor Marinelli