La tarde soleada contrastó como escenario para dos equipos nublados en la elaboración de juego. Pero el partido no fue fácil jugarlo. El protagonista principal fue el viento, condimento inesperado, y el otro secundario fue el campo de juego. Por lo tanto fue misión imposible jugar por abajo.
El empate dejó sabores diferentes: Talleres –con mentalidad de equipo chico- consiguió lo que vino a buscar; Liniers sigue sin ganar y una vez más con la ambición no le alcanzó. Su racha improductiva se extiende…
En el primer tiempo tal vez se vio lo mejor. La Topadora arrancó llevándose por delante a su rival con más amor propio que fútbol. Rápidamente la pelea le ganó a la creatividad. La pulseada se pretendió ganar también desde la fricción. El árbitro Bresba, muy preocupado, repartió amarillas exageradamente.
El Celeste generó las mejores y únicas situaciones de riesgo, producidas tan sólo a través de dos tiros libres. Marcos Fernández, blanco principal de atención de los hinchas celestes, se convirtió en figura con dos estupendas intervenciones ante sendos remates de Casais y Palmerola.
Talleres pobló el medio campo y tan solo apostó a la ilusión de un error que nunca apareció, su único argumento ofensivo surgió a través de los tiros libres de Gnocchi o Mallemaci. No generó inquietud.
En el complemento ambos equipos cayeron en la misma trampa: confusión generalizada. Liniers siempre con la iniciativa, pero lo suyo fue intento, ganas e imposibilidad.
La expulsión de Brunetti reforzó la postura visitante: armó dos líneas de 4 y cerró definitivamente el cero. El arco de Monllor le quedó muy lejos. El Celeste con los cambios no pudo torcer el panorama, a pesar de su esfuerzo. No encontró los espacios y terminó resignado al pelotazo.
La lectura del empate no admitió discusión: Liniers fue el único que quiso ganar, pero su ataque no tuvo fuego. A pesar de ello mereció el triunfo, más como castigo hacia la mezquindad y amarretismo de un Talleres aferrado solamente a evitar la derrota.
Víctor Marinelli
1 comentario:
pacto de silencio con talleres por el quilombo que me dijeron que armo marcos? al gordo come hamburguesas ese no hay que dejarlo venir nunca mas
Publicar un comentario