El del fútbol es un espectáculo que sube a escena cada sábado -o domingo, o lunes, o martes, gracias a los “benditos” organismos de seguridad- siempre con una obra distinta. Eso aunque a veces parezca un calco de otra anterior. Hoy en Villegas fue más de lo mismo. No caben dudas. Eso sí. Cambiaron los actores. La otra vez fue Talleres, hace seis días Cambaceres, y en esta oportunidad Defensores Unidos. Las estadísticas dirán que a Liniers hace tres partidos que no le convierten goles y cuatro que no pierde. Lo que no es para nada despreciable. Pero sigue sin encontrar el camino clarividente en pos de una ofensiva determinante. A esta altura de los acontecimientos no nos quedan dudas de la buena voluntad y del ímpetu de este equipo. Sobre todo esto último. Y hoy consideramos remarcarlo aún más tras haber escuchado algunos reclamos en el epílogo del encuentro.
En efecto, hasta el momento a Liniers ya se lo ha visto bastante bien armado, sólido en defensa, incluso está catalogado entre “los difíciles” para convertirle goles, que mantiene una línea de juego y todas esas cosas que el “mundillo futbolero” sabe y si no lo sabe lo intuye o lo leyó. Pero también se sabe que para soltar el ingenio hace falta aplicar una fórmula más audaz. No basta con ahogar al rival en el medio, trabar el balón (ganando la mayoría de las veces), si después se va a salir con él de manera apresurada, sin serenidad, y a veces con poco tino. Así, Palmerola –a veces empecinado en iniciar y terminar por las suyas cada jugada- va a tener que lidiar siempre en desventaja con la férrea marca de los defensores adversarios, como los de hoy.
De todos modos, y teniendo en cuenta el trámite, por momentos intensos del partido no era para desencantarse. Especialmente, si tenemos presente el trabajo de Mariano Monllor. En la etapa inicial evitó la caída de su valla en dos oportunidades. Una de ellas, la primera, volando con mano cambiada echó el esférico al tiro de esquina. Dejando en claro, una vez más, su categoría. Su estampa de arquero profesional. Claro que el “Celeste” también tuvo las suyas: al minuto de iniciado el complemento Nilo Vigna, desde el punto penal, hizo estremecer a Nicolás Peranic que envió la pelota al corner. Y desde allí, un cabezazo de Daniel Casais dio en el travesaño. Pero enseguida la visita contestó con insistencia. Darío Lema remató dentro del área y nuevamente Monllor respondió. A los 6, de contra, Lucas Ceballos intentó colocarla pero su remate salió apenas afuera. Dos minutos más tarde fue Germán Sotto que hizo sobresalir al guardametas de “La Topadora”, exigiéndolo para que contenga su disparo en dos tiempos. Para nosotros, el empate ya empezaba a ser mirado como “un buen resultado”. Estimamos que para los jugadores no. Ya que se los notó con bastante empuje en busca de los tres puntos. Pero lo cierto fue que Liniers estuvo ofensivamente inconexo. En tanto, la visita merodeó el área un par de veces más aunque ya sin tanto peligro. Observamos el reloj y ya era la hora. Imaginamos que dado lo observado fue un resultado aceptable. Aunque haya sido apenas un empate.
Héctor Quatrida
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