GOLPE A LA ILUSION

El octogonal ya está en marcha y no comenzó de la mejor manera para Liniers. El equipo volvió a decepcionar ante un rival que no jugó mejor en un partido en el que pareció que trataban de no perder. Claro está, que con el gol de Leandro Mareco a los 18 minutos, las cosas quedaban planteadas como para que Deportivo Laferrere encontrara los espacios para lastimar a Liniers. Pero el juego fue confuso, cortado por infracciones que sucedieron casi por método. Un pase, dos, pero nunca tres. Y todo por la mitad del terreno, lejos de los arcos. Hubo una extremada cautela por las dos partes. Y un cuidado especial en la marca. Esto se evidenció en la totalidad del encuentro. Fueron pocas las veces que llegó el “Celeste”. También Laferrere. Aunque los dirigidos por Gustavo De Giuli fueron efectivos cuando se les presentó la oportunidad de enfrentar a Marcos Fernández. Por eso el “Villero” estiró la ventaja a dos goles cuando Jonathan Fernández, con un certero disparo envió la pelota al fondo de la red. Concluyó la primera etapa y la visita se fue al vestuario con una diferencia abultada por lo exhibido en esos primero cuarenta y cinco minutos.

En el complemento Liniers tuvo un atisbo de reacción. Esto sucedió en los primeros diez minutos. En ese lapso llegó al descuento a través de Alejandro Varela mediante un impecable tiro libre, tras una falta de Marcos Lovos que vio la tarjeta roja luego de esa acción. Y dos minutos más tarde, Juan Brunetti convirtió de zurda aunque la jugada fue anulada por el asistente José Mollard por una supuesta posición adelantada del propio goleador de Liniers. Esa conquista, quizás, hubiese cambiado el curso del cotejo. Pero lo concreto fue que Leandro Mareco, el mejor jugador del encuentro, en el minuto quince colocó el 3-1 que a la postre fue el resultado final.

Será difícil dar vuelta esta historia en la cancha de Laferrere. De todos modos, como dicen muchos protagonistas de este bendito deporte, “esto es fútbol y todo puede suceder”. Ya Liniers fue actor principal de algunas hazañas. Y aunque la mano viene cambiada habrá que ver la “película” del próximo domingo.

Héctor Quatrida