La imagen final fue de satisfacción. No pasó por el resultado, sino por la recuperación mostrada en el segundo tiempo, donde Liniers literalmente pasó por arriba a Justo José de Urquiza. Fue una aplanadora, y los palos más la brillante actuación de Berro le impidieron quedarse con el triunfo.
Liniers mostró su peor cara en el primer tiempo. Dos errores significaron la ventaja de Urquiza en sendas pelotas detenidas, por goles marcados de cabeza a través de Salvatierra y Steimbach. El equipo que pretendía tomar el comando del trámite, sufría dos golpes que parecían definitivos, como venía aconteciendo últimamente. Ernesto Banegas tuvo la más clara, pero el travesaño devolvió su envío. Urquiza con actitud y aprovechando sus oportunidades se iba con un triunfo incuestionable.
Pero la historia cambió diametralmente en el segundo tiempo. Los cambios de Fernando Zamacola dieron el vuelco. Ingresó Nilo Vigna, que comenzó a hacer estragos por derecha, junto a Alejandro Varela, que se movió con solvencia por todo el frente de ataque. En la primera que apareció, Vigna desequilibró con su habilidad y su remate fue devuelto por el poste. Luego a través de un penal ejecutado con maestría por Brunetti llegó el descuento, y las jugadas de gol comenzaban a sucederse. No obstante, imprevistamente, Salvatierra aprovechó una nueva desinteligencia defensiva y puso el tercero. Lejos de bajar los brazos, Liniers redobló los esfuerzos por remontar la adversidad. Apareció el fútbol que veníamos reclamando, y con empuje comenzó a desbordar a su adversario. No extrañó el descuento de Brunetti, y luego, otro que cumplió gran faena, Portillo, tras gran combinación puso el empate.
La visita se sintió tocado, y fue por el desnivel, haciéndose por momentos un partido de ida y vuelta, pero con la diferencia que Liniers marcaba clara supremasía. Hubo no menos de media docena de situaciones de gol, muchas salvadas providencialmente por el arquero, otras que salían cerca de los palos o daban en ellos. Gran actuación de Ernesto Banegas y Silvio Fuentes que comandaron la levantada. Luis Stansiola creció enormemente por izquierda y Brunetti fue intratable.
Satisfacción al final en los hinchas locales. El equipo a pesar de no obtener el triunfo, recuperó el fútbol rutilante que lo llevó en algún momento a ser el mejor de todos. Habrá que conseguir la estabilidad defensiva para no volver a sufrir. Pero La Topadora ya calienta motores para el Reducido.
1 comentario:
vamos liniers que se puede todavia!!!!
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