El trío mencionado por el ex entrenador de Nueva Chicago, Ariel Melián, están en la nota. Son los delanteros Juan Brunetti, goleador, Hugo Palmerola y Angel López, el central de buen trato con la pelota. Ellos son protagonistas del equipo que lidera el torneo y cuando no están entrenando o jugando, trabajan de otra cosa. No importa de qué, hay changas, cooperación en el negocio familiar o algún emprendimiento. Así, con los sueldos que deja el presupuesto de Lamadrid y los ingresos de otras responsabilidades cada uno llega a fin de mes. O al menos lo intenta.
“El deseo de progreso que tenemos es lo que nos permite tener los resultados que tenemos. Este momento es un trampolín para ver a dónde llegamos. Jodemos, nos reímos, y nos fastidiamos antes de empezar los entrenamientos con el profe, pero a la hora de trabajar somos los primeros, sin fastidio. Cuando estás adentro de la cancha, es lo más lindo. Tan lindo como entrenar con lluvia y embarrarse. Pero el sueño de todos es estar una o dos categorías arriba”, remarca Brunetti.
“Las cosas no están como para vivir solo del club, uno sabe que siempre hay que hacer algo más. Si tenemos esa suerte de ascender, mejoramos también en lo económico. A todos nos gusta esto y sería lindo poder vivir de esto, y a algunos es lo único que nos sale bien”, razona López.
¿Si ser líderes del torneo les cambia la manera de jugar? “Siempre, cualquier cancha, tenemos el arco rival como objetivo”, asegura el goleador Brunetti y Palmerola no se queda atrás. “A mi hasta me putean mis compañeros por jugar como me gusta”, acota Palmerola y Brunetti remata para graficarlo mejor y reclamar más asistencias: “hay que hacerle dos agujeritos (a la altura de los ojos) en el balde este que pone para jugar”.
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