Liniers igualó en Villa Lynch sin goles con UAI Urquiza. La derrota de Talleres permite a La Topadora alejarse un punto más del Tallarín, pero a la espera de lo que ocurra el lunes en Ensenada con Lamadrid.
Liniers fue el que intentó en todo el partido. El Furgón en cambio, tal vez por los dos últimos traspiés de los que venía precedido, salió a no perder. Respetó a Liniers, no arriesgó en momento alguno, y se fue satisfecho con la igualdad.
El estado impecable del campo de juego invitaba a ver un partidazo. Los antecedentes de ambos equipos así lo presagiaban. Pero todo quedó en amagues. Cuando uno no quiere, dos no pueden. El pobre arbitraje de Lupani y sus colaboradores (especialmente Avellaneda) tampoco ayudaron.
Liniers tuvo la iniciativa desde el minuto inicial, pero el local mantuvo a rajatabla los 4 defensores, y trató de plantear el partido en el medio, con tres volantes de marca, dejando sólo para la creación a Lucas Godoy. Frente a un planteo cauteloso, de agrupar gente y esperar el error rival, tampoco Liniers arriesgó en demasía. Silvio Fuentes estuvo muy controlado en el medio, y quedaron apenas algunas proyecciones de Stansiola, o el trabajo a destajo de Palmerola y Brunetti para encontrar espacios que no aparecían. Liniers tuvo algunos acercamientos a través de sus delanteros, pero la más clara fue del local, cuando a los 40 Panno desvió el remate final solo frente a Monllor, de destacada actuación cada vez que le tocó intervenir.
En el complemento se profundizaron las mencionadas características. Liniers adelantó más sus volantes y buscó penetrar una defensa segura, que no dio ventajas. Esta vez no recurrió a la media distancia. Scurnik fue llamado a intervenir frente a Brunetti; una jugada individual de Palmerola terminó con un remate cerca de un poste. Y a los 23 de nuevo Palmerola tuvo la más clara, cuando fue habilitado por Fuentes, eludió al arquero y cuando remataba al gol, apareció la pierna salvadora de Duete. Más tarde Vidal remató cruzado muy cerca de un poste y faltando 10 minutos un fuertísimo tiro cruzado de Brunetti se fue rozando el travesaño.
Llegaban noticias desde el Bajo Belgrano, y al final de cuentas el empate no estaba tan mal. Arriesgar en demasía podía resultar contraproducente frente a un rival peligroso. El invicto que se elevó ahora a 8 partidos, y Talleres quedó un punto más lejos.
Víctor Marinelli
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