A pesar de no haber obtenido los tres puntos en su visita a Villa Lynch, Liniers sigue firme en la cima de la tabla de posiciones tras haber igualado sin goles ante UAI Urquiza. La derrota de Talleres en el Bajo Belgrano ante Excursionistas posibilitó que la "La Topadora” mantenga la punta en soledad hasta el comienzo de la próxima fecha.
Por los antecedentes de ambos equipos (son dos de los que cuentan con mayor cantidad de goles a favor en el certamen), la lluviosa tarde sabatina invitaba a ver un partido con muchos goles. El mencionado factor climático no impedía observar un entretenido encuentro, debido a que el campo de juego se encontraba en muy buen estado a pesar de esa anormalidad. Pero esta vez no fue la lluvia ni el viento, el impedimento para que observemos un agradable cotejo de ida y vuelta, con numerosas aproximaciones a los arcos y por consiguiente algunos goles. Fueron los planteos cautelosos de ambos conjuntos lo que determinó esta igualdad en cero. Por el lado del local, que había sido derrotado en sus dos últimas presentaciones, la visita del puntero lo llevó a tomar precauciones. A tal punto, que a sus marcadores de punta –especialmente Máximo Rodríguez- casi ni se los vio llegar hasta la línea de fondo como habitualmente lo hacen.
Así las cosas, el conjunto orientado por Cristian Aldirico mostró de entrada sus pocas inquietudes. Colocando tres hombres en el medio para ver que pasaba, para “tantear” el partido. En el caso de los dirigidos por Ariel Melián, comenzaron bien tocando la pelota hacia las puntas, que fue el lugar más propicio para avanzar. Pero con el correr de los minutos, su juego se fue tornando intrascendente, sin llegar a preocupar a Federico Scurnik. El arquero del “Furgón” sólo tuvo dos buenas intervenciones: en el último minuto de la etapa inicial desviando un potente disparo de Hugo Palmerola, y a los 4 minutos del segundo tiempo, tras un remate de media distancia ensayado por Ernesto Banegas. Las restantes llegadas del “Celeste” se fueron diluyendo en los últimos metros, a excepción de la jugada en la que Palmerola eludió a Scurnik dentro del área y Darío Duete con su oportuno cruce impidió la apertura del marcador, cuando transcurrían 21 minutos de la etapa complementaria. En tanto, los avances más claros del equipo local se dieron uno en cada etapa: en la primera Mariano Panno desvió su remate tras un pase de Leonardo Céliz, y en la segunda Ezequiel Vidal, con un fuerte derechazo, colocó el balón en el “techo” del arco. Cabe señalar también la serenidad de Mariano Monllor en el arco “Celeste”. Si bien, no lo exigieron en demasía (fueron remates de media distancia de Panno y Duete en el primer tiempo), evidenció una estampa de arquero con un largo recorrido en primera división y solamente acumula algunos minutos en el arco de Liniers. Pero, en general, más allá de las situaciones de gol mencionadas, que no fueron tantas, ambos equipos quedaron en deuda con sus seguidores.
Por lo que venían demostrando desde la temporada pasada: esto es, esa elogiable intención de buen fútbol que los caracterizó como dos equipos distintos en las categorías menores de ascenso. No obstante, y lejos de hacer futurología, no nos cabe ninguna duda de que presenciaremos encuentros más bellos cuando estos conjuntos nos convoquen. Así será. UAI Urquiza intentando recuperar el rumbo que aún parece perdido y Liniers, definitivamente, con la conquista del título en el horizonte.
Héctor Quatrida
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