LA TOPADORA LO HIZO CENIZAS

Un nuevo triunfo de Liniers. Una nueva alegría, otra vez (y por tercera consecutiva) de visitante, que no es poca cosa. Nuevamente de atrás, y frente a un Fénix que nunca se dio por vencido, que luchó dignamente y estuvo cerca de amargarle la tarde al puntero.

El cielo oscuro, encapotado, con la amenaza de lluvia torrencial y su concreción a poco de iniciado el partido, brindaron un marco diferente. Los dos equipos con buenas intenciones, a pesar de jugar lejos de los arcos. Fénix en gran esfuerzo se plantó de igual a igual. Los puntos en la tabla no se veían reflejados en un campo de juego pesado, que indicaba probar de media distancia y no trasladar en demasía. Tal vez Liniers no entendió demasiado esa fórmula y tuvo algunos sobresaltos. El local con la movilidad de Jonathan Díaz y las apariciones de Federico Díaz, ambos debutantes, complicaba, a ellos se sumaba Marcelo Belleri por izquierda. Marcos Fernández fue llamado a intervenir en algunos centros, aunque sin mayores consecuencias. Ofensivamente poco fue lo propuesto por Liniers, apenas un remate de media distancia de Silvio Fuentes que fue desviado con esfuerzo por Gastón Cardozo. Sobre el final de la etapa cesó la lluvia y salió el sol para el local: Rodrigo Acciaressi con un remate desde 30 metros sorprendió a Fernández abriendo el marcador.

Con campo seco será otra cosa decía un hincha celeste. Y algo de razón en definitiva tuvo. Aunque el cambio fundamental en Liniers se produjo con el ingreso de Ernesto Banegas, un jugador que pareció de otro nivel. Manejó los hilos del equipo con maestría. Fue el artífice del repunte. A su influjo, Palmerola comenzó a generar más espacios, abriendo surcos por derecha. Aunque por momentos apareció en escena el inefable Sebastián Bresba, con fallos impredecibles: tarjetas a mansalva por protestas, y "siga siga" ante infracciones violentas. En el peor caso una llamada de atención para los jugadores locales, criterio distinto al aplicado a los de camiseta celeste, que veían la amarilla sin miramientos. Pasado el cuarto de hora tuvo Federico Díaz la gran oportunidad de aumentar, ante un resbalón del Pili López, pero remató por arriba mano a mano con Marcos Fernández. El local comenzó a sentir merma física por el esfuerzo realizado. A los 20 jugada individual de Silvio Fuentes, enfrentó al arquero que desvió y el balón le cayó a Juan Brunetti que con categoría definió por arriba de todos los que estaban en el área, para establecer el empate. Golazo. Y Fénix lo sintió. Liniers le sacó la chapa. La Topadora vio cerca el triunfo y fue por él. Mientras Ernesto Banegas seguía manejando el medio, Casais se complementaba con Palmerola por derecha y Brunetti tenía a mal traer a los centrales, Fuentes y Romero se multiplicaban y le cerraban la salida a un Fénix que se derrumbaba. A los 32, la figura de la cancha, Ernesto Banegas sacó un estupendo zurdazo que desvió con gran volada Gastón Cardozo, el rebote le quedó a un Pili López que atento tocó corto a la red. Fue el gol del triunfo. El gol de la punta. Después Liniers lo manejó con oficio, a pesar de que Fénix no se entregó y buscó llegar con centros. Pero la historia estaba sentenciada.

Al final, el cielo terminó todo celeste. Fénix no pudo resurgir, La Topadora lo hizo cenizas.

Víctor Marinelli