El hambre de gloria marca la diferencia

Llegó la hora de la verdad. Liniers y Talleres frente a frente en Villegas. Los dos máximos protagonistas, junto a General Lamadrid, del torneo. Con campañas muy similares, con los mismos puntos, con parecida diferencia de gol. Liniers en la punta en 19 de las 21 jornadas disputadas, en algunas oportunidades -como actualmente- compartiendo la punta con el Tallarín. Las dos únicas fechas que no estuvo arriba fueron en la 5º, luego del empate ante Excursionistas, cuando Laferrere se la arrebataba, y en la 17º tras el traspié frente a Alem, siendo Lamadrid el que por una fecha llegó a la cima. Talleres nunca a lo largo del torneo tuvo exclusividad en la punta. Por allí aparece un detalle que los hace distintos. Si hablamos de las formaciones anunciadas también hay gran similitud: Tanto en Liniers como Talleres saldrán 18 de los 22 jugadores que estuvieron en cancha en el primer enfrentamiento. Otro detalle es que Liniers cambió de técnico y Talleres no. Pero la diferencia fundamental a la hora del analisis previo pasa porque Talleres tiene algunos jugadores de varias batallas, con su debida experiencia. En cambio Liniers tiene el gran mérito de estar jugando con más del 80% del equipo que obtuvo la proeza de ascender. Y esos mismos jugadores, junto a otros que se sumaron, se dieron cuenta que en la categoría superior se puede también hacer historia. Que ya le pasaron el trapo a muchos que venían muy pintados, incluyendo el rival de mañana y en su propio estadio. Por eso, la diferencia fundamental que marca La Topadora es el hambre de gloria de sus jugadores.