Un triunfo más y siguen. Otra vez de visitante, condición en la que continúa invicto, 9 fechas sin perder en la general y ahora ampliando la ventaja con respecto a su inmediato perseguidor a 4 puntos.
El partido fue intenso y mantuvo la incertidumbre siempre. Hubo una circunstancia insoslayable: Sobre el final del primer período vio la roja Darío Ledesma por acción brusca fuerte en perjuicio de Catriel. Allí Liniers debió cambiar sus planes. Se sacó el frac y se puso el overol dentro del mismo partido.
La Topadora manejó desde el comienzo con soltura el partido. Se puso en ventaja a través de Román Gnocchi en complicidad con Arias Navarro, al que se le escurrió la pelota ante un suave cabezazo del volante luego de una jugada preparada, en la que el rojo jugó mal al offside. Los nervios le jugaron una mala pasada a un Cambaceres muy apurado, que intentaba penetrar a través de Yaniz por izquierda, pero era inestable en el fondo. Un entrevero dentro del área celeste y el despeje de Ledesma fue el único sofocón. Brunetti y Palmerola, fueron un peligro latente y en cada réplica daban la sensación de poder ampliar cifras.
El partido fue intenso y mantuvo la incertidumbre siempre. Hubo una circunstancia insoslayable: Sobre el final del primer período vio la roja Darío Ledesma por acción brusca fuerte en perjuicio de Catriel. Allí Liniers debió cambiar sus planes. Se sacó el frac y se puso el overol dentro del mismo partido.
La Topadora manejó desde el comienzo con soltura el partido. Se puso en ventaja a través de Román Gnocchi en complicidad con Arias Navarro, al que se le escurrió la pelota ante un suave cabezazo del volante luego de una jugada preparada, en la que el rojo jugó mal al offside. Los nervios le jugaron una mala pasada a un Cambaceres muy apurado, que intentaba penetrar a través de Yaniz por izquierda, pero era inestable en el fondo. Un entrevero dentro del área celeste y el despeje de Ledesma fue el único sofocón. Brunetti y Palmerola, fueron un peligro latente y en cada réplica daban la sensación de poder ampliar cifras.
El quedar imprevistamente con un hombre menos hizo variar el planteo de La Topadora. Para el segundo tiempo ingresó Farrera para completar la defensa, saliendo Fuentes, que venía cumpliendo buen trabajo en la gestación. Cambaceres con empuje se fue en busca del empate. A poco de comenzado lo tuvo Maxi Benítez pero Marcos Fernández en estupenda reacción salvó a su arco. Liniers se hizo fuerte atrás. Fue una muralla. Defensivamente impecable. Resistió las embestidas del rojo, con bastiones que clausuraron su sector como Luis Stansiola y Ariel Figueroa, al tiempo que Angel López y Farrera se encargaron de despejar cualquier pelota que rondase el área. Nilo Vigna (titular por lesión de Casais) cumplió con creces, tanto en la faz defensiva, como en la generadora de juego. Gnocchi fue una vez más el estratega. Liniers se transformó. Otra vez se puso el overol para llevarse los puntos, con un órden admirable. Lógicamente ayudado por Cambaceres, que empujó enceguecido, sin ideas. Le faltó una parte del libreto: qué hacer en los últimos metros del terreno. Sobre el final, en una contra Ernesto Banegas llegó a posición de gol y provocó el lucimiento de Arias Navarro, que magistralmente evitó el tanto.
Mirando el reloj, más por la sensación de inseguridad que daba un solo gol de ventaja, que por el riesgo que generaba su rival, el celeste esperó el pitazo final para obtener otros tres puntos sustanciales en un terreno complicado.
Mientras los perseguidores suman dudas e irregularidad, Liniers se afianza en la punta. La receta volvió a ser el órden defensivo y la eficacia adelante, ir siempre al frente y hacerse enorme en las difíciles. Con rebeldía, temple y coraje. Atributos que se suman a los conocidos de una vocación ofensiva permanente y un juego que derrocha belleza técnica. Con estos argumentos le alcanza y sobra para ser el puntero del campeonato. La Topadora sigue su marcha irrefrenable.
Mirando el reloj, más por la sensación de inseguridad que daba un solo gol de ventaja, que por el riesgo que generaba su rival, el celeste esperó el pitazo final para obtener otros tres puntos sustanciales en un terreno complicado.
Mientras los perseguidores suman dudas e irregularidad, Liniers se afianza en la punta. La receta volvió a ser el órden defensivo y la eficacia adelante, ir siempre al frente y hacerse enorme en las difíciles. Con rebeldía, temple y coraje. Atributos que se suman a los conocidos de una vocación ofensiva permanente y un juego que derrocha belleza técnica. Con estos argumentos le alcanza y sobra para ser el puntero del campeonato. La Topadora sigue su marcha irrefrenable.
Víctor Marinelli
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