Liniers logró uno de los triunfos más valiosos de los últimos tiempos. Se puso el overol primero, y terminó de frac después. Ambas pilchas le calzaron a medida. Una faceta más del puntero, que parece tener recursos suficientes para manejar el trámite cuando viene complicado y dar rienda suelta a su fútbol esplendoroso cuando llega la hora de liquidar al rival. Frente a sí tuvo a UAI Urquiza que por momentos parecía su doble. Con una propuesta generosa, de buen trato del balón y mentalidad ofensiva, la visita dominó por varios momentos el trámite durante la primer media hora, a pesar de no generar prácticamente peligro. Liniers tomaba debida nota de los atributos rivales, pero también de sus flaquezas. Firme atrás, su fútbol se fue generando a partir del trabajo de su medio campo. Silvio Fuentes y Oscar Romero fueron los valuartes de esa recuperación. Es que la única manera de controlar a un rival que por momentos se lucía por su manejo era metiendo en todos los sectores, pero fundamentalmente en la zona de gestación. Allí comenzó a torcerse la historia. Palmerola que había llegado sin éxito al comienzo en un par de situaciones, cedió corto a Brunetti, que con zurdazo esquinado, a la izquierda de un arquero que no estuvo del todo felíz, abrió el marcador. Fue un golpe duro para Urquiza del que no llegó a sobreponerse nunca.
Más aún cuando apenas comenzó el complemento, un cabezazo suave Brunetti se le escurrió a Scurnik y penetró en el arco. Ese fue el golpe de gracia. A partir de allí la visita se desordenó, no alcanzaron sus argumentos para inquietar a Marcos Fernández, y le faltaron ideas claras. Liniers, fue todo lo contrario. Creció hasta límites insospechados, como en los mejores momentos del torneo anterior en la D. Con toques, lujos, y brillantez arrasó a su rival. Tuvo varias situaciones para ampliar, en una de ellas Gnocchi logró el tercero con un golazo. Imparables Stansiola y Palmerola abrieron surcos por izquierda, Brunetti, una fiera, las corrió a todas y tuvo una vez más en Gnocchi a su socio ideal.
Memorable segundo tiempo, de lo mejor mostrado en la categoría. El triunfo se potencia más por la categoría del rival que tuvo frente a sí.
Pedimos disculpas al amigo lector que no fue a la cancha por no encontrar las palabras adecuadas del vocabulario castellano para describir tanta belleza futbolística. La única solución que le damos para el futuro es ir a ver en vivo al equipo y disfrutar a lo grande. De algo estamos seguros: Se reencontrará con el fútbol que nos gusta a todos.
Víctor Marinelli
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