Difícil igualar la sensación de satisfacción que provoca este nuevo triunfo de Liniers. Le ganó al gran candidato de la categoría y lo hizo con las armas nobles a que nos tiene acostumbrados. Contra un campo de juego desparejo y un viento frío que cruzaba a lo ancho (dos elementos que conspiran contra el habitual buen trato de la redonda), superando esos obstáculos, más un árbitro que dejó dudas y un rival enfrente de jerarquía, Liniers se hizo fuerte en el sur y se llevó un triunfazo, de esos que no se empardan.
Una vez más quedó evidenciado que el fuerte del equipo, es el equipo en si mismo. Sin puntos flojos, demostrando una sincronización admirable entre sus líneas, basados en un cariño especial hacia la pelota, con la solidez defensiva que dá un arco en cero al cabo de tres partidos, un medio que muerde, pelea y también es creativo en la ratificación de una propuesta generosa, con varios jugadores que llegan a posiciones ofensivas y desequilibran.
Y Talleres lo sufrió. De arranque Liniers lo sorprendió. Prevaleció en el medio, con Oscar Romero controlando a Raúl Pérez (el conductor tallarín), y ataques por el sector izquierdo, donde Acosta daba ventajas. Gnocchi había pasado desapercibido en los primeros minutos. Pero a los 16 combinó con Fuentes, éste alargó a Stansiola por izquierda, desborde y centro atrás que Brunetti se encargó de conectar estupendamente para vencer a Saranzotti.
El aliento inicial de los hinchas locales con el correr de los minutos se fue convirtiendo en presión constante. El técnico D'Angelo desde el banco también mostraba su desconcierto. Los jugadores albirrojos se miraban unos a otros, no comprendiendo bien lo que acontecía. Liniers fue creciendo basado en la solidez que dieron los tres del fondo, el manejo en el medio de Fuentes, las proyecciones de Stansiola y la peligrosidad siempre latente de Brunetti y Palmerola, que estuvo cerca de marcar el segundo en una réplica, pero el arquero llegó antes. Recién después de la media hora pudo llevar peligro por primera vez Talleres a través de Cérica, cuyo remate salió cerca de un poste.
En el complemento la presión del local se hizo más intensa. Por méritos propios y con ciertos fallos discutibles de Yamil Possi, Talleres fue arrinconando a Liniers. Sin jugadas claras, pero con arrimes. Sin embargo, en el cuarto de hora Saranzotti evitó el segundo ante Gnocchi, luego de una picardía de Brunetti robando un balón en la zona defensiva. El ingreso de Lezcano en el local le dio más profundidad. La figura de Marcos Fernández comenzó a agigantarse. A los 25 con gran esfuerzo desvió al córner un tiro libre de Raúl Pérez. Pero estoicamente Liniers aguantó la presión, resistió y mantuvo también latente la posibilidad de alguna réplica. Talleres buscó con arrestos individuales, sin demasiadas ideas, pero con tezón el empate y tuvo sobre la hora la gran chance de conseguirlo. Ariel Figueroa tomó dentro del área al recién ingresado Doracio y Possi, con la premura del caso sancionó el penal. Marcos Fernández le puso el colofón a su magnífica tarea. Contuvo de manera admirable sobre su derecha el tiro a Raúl Pérez. Allí terminaron las esperanzas de local. Liniers consumaba así una de las victorias más trascendentes de los últimos tiempos. Talleres se vio sorprendido, enmarañado, complicado por un equipo que nos sigue sorprendiendo partido a partido.
Sería injusto de hablar de figuras porque todos aportaron, como es habitual, su cuota-parte en la obtención de este logro. Pero Marcos Fernández se lleva el mayor aplauso. Un escalón más abajo Romero, Brunetti, Gnocchi, Stansiola y todos los demás.
Se habían ganado los dos primeros partidos de local ante rivales en formación. Necesitábamos una prueba rotunda de que el equipo está para más y ahora la tuvimos con creces.
Más que nunca reafirmamos ahora que el techo a esta altura es insospechado. Queremos poner los pies sobre la tierra, pero nos cuesta mucho. Este equipo no nos deja. Atrevámonos a soñar entonces.
Víctor Marinelli
2 comentarios:
Desde Hereford, me alegro por el triunfo y felicito a todos los integrantes del equipo por este importantisimo triunfo, seguimos en carrera en busqueda de la Hazaña. Un abrazo a cada uno.
Román.
Por favor Liniers!!!!!
No puedo hablar de otra cosa que no sea de mi equipo!!!!
Me van a echar del trabajo, mi esposa no me aguanta mas...
Sos peor que cualquier droga!!!!
En lo unico que pienso en la semana es en ir a la cancha .
Por Dias, que equipo!!!!
Que conjunto de hombres!!!
Como los envidio...
Ojala yo pudiera defender nuestra camiseta como lo hacen ustedes...
Gracias, mil veces gracias...
Gaston
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