Liniers tuvo su bautismo de fuego en Primera C. Y no pudo ser más auspicioso. Un triunfo convincente ante San Miguel, que si bien fue por la mínima diferencia, en el campo de juego quedó expresada de manera palmaria la superioridad de los celestes sobre un rival que evidenció una clara falta de sincronización y trabajo, al margen de contar con individualidades interesantes.
La Topadora con las mismas armas que le dieron el ascenso, mantiene inalterable su estilo, su esencia de equipo ofensivo, que siempre va al frente por más.
Los primeros treinta minutos fueron casi de estudio. Apenas algún tiro de media distancia, con un Liniers que fue desplegando de a poco sus cartas ganadoras. Cerca de la media hora Ezequiel Bustos en dos magníficas intervenciones, ante un cabezazo del Pili López y un tiro libre de Daniel Casais, evitó la apertura. Sobre el final la más clara la tuvo Hugo Palmerola, cuyo remate se desvió en Correa y rebotó providencialmente en un poste. San Miguel, apenas las buenas intenciones de Peralta Cabrera (bien tomado por José Banegas), un atento control sobre Palmerola y las atajadas del Gato Bustos.
En el complemento La Topadora salió decidida a definir el encuentro. A los 3, rápida acción dentro del área y Leonardo Kulich derriba a Luis Stansiola. El árbitro acertadamente marcó el tiro penal. Bustos se volvió a erigir en figura al desviar el remate de Palmerola, pero atento el goleador en el rebote convirtió con violencia.
El gol profundizó el desarrollo del trámite. Liniers ahora con más espacios comenzó a desparramar fútbol por todo el campo de juego. La visita, obligada por las circunstancias, no tuvo armas para cambiar la historia, demostrando una alarmante falta de cohesión entre sus hombres. Su respuesta fue sólo individual y de poca trascendencia. Así las cosas, las jugadas de gol se volcaron únicamente hacia el arco de San Miguel. Hugo Palmerola, volcado sobre la izquierda hizo estragos. El arquero Bustos evitó una y otra vez el segundo. Primero ante Casais, luego ante un remate de cara al arco de Fuentes, que el arquero en magistral intervención evitó el tanto sobre la línea. Varela y Gnocchi tuvieron sus chances con envíos muy cerca de los palos. Liniers no sufría contratiempos, pero igual no regalaba nada. Los cambios del técnico evidenciaban un lógico afán de asegurar un resultado ante la imposibilidad de ampliarlo.
Con el control del partido, aunque con la intranquilidad de mirar de reojo el reloj ante algún centro del visitante, Liniers terminó ganando ampliamente en el juego, aunque ajustado en el resultado, un partido clave. Porque era el debut, era ante su público y para muchos era una pequeña revancha frente a un rival que le había postergado el ascenso temporadas atrás. Bustos y Palmerola, las figuras del partido.
La ponderación del funcionamiento no sólo pasa por el plano ofensivo (Liniers generó 8 situaciones claras de gol), sino también por la presencia en el medio y la solidéz (El Trueno verde no llegó nunca) y consistencia defensiva, dejando fácilmente desairados a los delanteros rivales (12 posiciones adelantadas).
El campo de juego aguantó bien la lluvia caída horas atrás, al margen de que hubo sectores más castigados que otros y que en definitiva el que más lo padece siempre es el que intenta jugar al ras del piso, en este caso Liniers.
Arranca una nueva esperanza, basada en sólidos argumentos. Una vez más tenemos que decir que el techo lo desconocemos.
Víctor Marinelli
2 comentarios:
VAMOS LINIERS CARAJO!!!!!!!!!!!!! QUE ALEGRIA!!!!!
GRACIAS JUGADORES!!!
TRANQUILOS,DISFRUTEMOS ESTE RETORNO,VA ASER MUY DIFICIL,CONFIEMOS EN NUESTROS JUGADORES Y CUERPO TECNICO.HOY FESTEJEMOS.
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