Allá por comienzos de la década del 90 ambos equipos eran siempre animadores del torneo de la D. Pugnaban por volver a la categoría superior, con campañas destacadas y siendo animadores permanentes.
El torneo de 1992/93 se jugó con 16 equipos y en final de bandera verde terminaron Villa San Carlos y Acassuso en el primer lugar, definiendo en cancha de Independiente el primer ascenso a la C, ganado por el equipo de Berisso.
Por aquellos años los torneos tenían el gran interés de poder coronar un segundo ascenso a través de un octogonal. Acassuso perdedor de la final, enfrentaba al noveno en la tabla, precisamente Liniers, que había entrado casi "por la ventana" a ese mini torneo. San Martín había terminado cuarto en la clasificación, a 3 puntos de los punteros.
Pero en aquel Reducido se vio lo mejor de Liniers, que de menor a mayor fue pasando etapas. Dejó en el camino a Acassuso (2-1 y 2-0), a Riestra (2-1 y 2-1) llegando a la final con San Martín, que también dejó en el camino a Muñíz (2-0 y 2-0) y a Cañuelas (1-1 y 1-1) pasando por mejor ubicación en la tabla general.
El primer partido se jugó en la cancha de Laferrere, allá por el invierno de 1993. Paridad total y final con empate en un gol. La revancha, una semana después se jugó en El Porvenir. Todo estaba dado para que San Martín festejase. Con el empate ascendía y llevó cerca de 3.000 hinchas colmando la tribuna lateral. Pero esa tarde, cuando pocos creían, La Topadora, con espectacular actuación de los hermanos Primerano le ganó 3 a 1 y retornó a la C.
Con esa misma base llegó al año siguiente a pelear por el ascenso a la B, igualando las dos finales del reducido con Excursionistas y perdiendo la chance por peor ubicación en la general.
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