LINIERS NO TIENE TECHO

Liniers sigue su senda. Esta vez tuvo una prueba de fuego y la superó con eficiencia. Enfrentó a un muy difícil adversario, como fue San Martín, con individualidades desequilibrantes y juego aéreo peligroso. Pero La Topadora con fútbol y personalidad pudo sobreponerse a un marcador adverso en el período inicial y terminó ganando, sin dejar dudas, y hasta mereciendo algún gol más de diferencia.
Ruggero desplegó el tablero táctico con la clara intención de ganar el partido. Volvió al viejo esquema de línea de 3, pero esta vez sorprendió con la posición de quien fuera a la postre la figura del partido, Nilo Vigna. Decisivo en la recuperación y en la generación de volumen de juego. Fue un problema insoluble para San Martín, más preocupado por los movimientos de Palmerola. Aunque no sólo por el medio comenzó a construir su victoria el celeste, también por izquierda, con un desequilibrante Luis Stansiola, la otra gran figura del espectáculo, junto a Gnocchi, moviéndose por todo el ancho de la cancha y a un Brunetti que arrastraba las marcas y tenía a muy mal traer a todo el fondo visitante.
El partido tuvo de todo. Fútbol, y del bueno; emoción a raudales y el clima tenso característico que rodea a toda final.
Liniers buscó pegar de entrada. Ferlauto se destacó en San Martín. Ya a los 3 minutos comenzó su trabajo a destajo frente a un cabezado del Pili López. Pasado el cuarto de hora, otra vez el arquero se lució ante un cabezazo de Casais. Promediando la etapa San Martín fue emparejando el trámite, aunque sin llegar con peligro al arco de Marcos Fernández. Recién a los 28 fue su primer tiro al arco. No obstante, 3 minutos después aprovechó un córner enviado por Ibáñez y Stansiola en su afán de rechazar convirtió en su propio arco. Balde de agua fría para el medio millar de hinchas que había en la cancha, pero no para un equipo que siguió intentando con su repertorio habitual. Cuando la visita comenzaba a acomodarse, y Ortega se perdía el segundo en una contra, llegó el empate. Centro de Casais, Brunetti con categoría cedió a Stansiola, que frente a Ferlauto no falló.
En el complemento se vio lo mejor del equipo. Creció Nilo Vigna hasta límites insospechados. Manejó el medio juego, generó el fútbol que sirvió a Liniers para quebrar a su adversario. La visita tuvo una chance al comienzo de la etapa en un cabezazo de Sayago y luego otra promediando el período que Marcos Fernández evitó mano a mano con Ortega. Sin tener el dominio de las acciones San Martín golpeaba esporádicamente en el comienzo. Pero La Topadora firme atrás con Angel López y Banegas infranqueables, fue ejerciendo un trabajo de desgaste y con paciencia, fue cercando a su rival. Además, comenzó a ganar en el área rival y en el juego aéreo, justo el fuerte de los azules. Los tiros libres caían amenzantes sobre el arco de Ferlauto. Stansiola y Palmerola tuvieron de cabeza sus chances. La presión hizo efecto y sobre la media hora apareció en posiciones ofensivas Vigna, generando un tiro de esquina. Ejecución de Fuentes, dudas de Ferlauto y Brunetti de cabeza estampó el segundo. Los 5 minutos siguientes pudieron ser decisivos en la definición de la serie, porque Liniers puso de rodillas a su rival y a punto estuvo de convertir el tercero. Ferlauto evitó la conquista volando sobre su derecha ante un violento envío de Fuentes y Stansiola definió débil mano a mano con el arquero. Hubo una jugada decisiva que el árbitro y primer línea Nicolás Bravo pasaron por alto: Jugada individual de Palmerola y clara mano dentro del área de Arrúa que desvió la trayectoria del esférico. No había dudas, era penal. Casi sin sufrir sobresaltos Liniers manejó el partido hasta el final. El duro San Martín terminó resignado, esperanzado en lo que pueda desarrollar el jueves, presionado por un único resultado favorable.

Liniers gana y gana. Suma argumentos cada vez más convincentes frente a las distintas complejidades que se le plantean. No tiene techo. Le quedan 90 minutos y dos resultados favorables para sacar pasaje a Rosario.

Víctor Marinelli