LA TOPADORA NO SE DETIENE

Incuestionable triunfo de Liniers. El cuarto de los últimos cinco partidos del equipo dirigido por Osvaldo Ruggero, conseguido ante un duro rival como siempre lo es Dock Sud. Aunque en esta oportunidad, fue un oponente bastante liviano. Pese a que visualmente pareció que podía complicar, la realidad fue clara: Liniers fue más en las dos áreas. En esa zona es donde se definen los partidos. Ahí es donde los “Celestes” demostraron que son mucho más. El resultado fue mentiroso, porque las situaciones de gol creadas por Liniers pudieron dar una cifra mucho más contundente.
Desde el primer minuto se pudo observar que el que iba a llevar el control del juego iba a ser el conjunto local, aunque el Docke llegó a los 6 minutos, cuando un zurdazo de Gustavo Azcona se fue rozando el travesaño. En respuesta a eso, Hugo Palmerola comenzó a volver locos a los zagueros adversarios y en apenas tres minutos generó dos situaciones bastante claras: a los 9 hizo la personal y ensayó un fortísimo remate de derecha que se fue alto. Y a los 12, desbordó por el sector derecho del ataque y envió un preciso centro para Luis Stansiola. El hábil volante la introdujo de cabeza al medio del área y Juan Brunetti, también de cabeza, estuvo a punto de abrir el marcador. Claro que el elenco visitante también tuvo lo suyo. Como si se hubiese sentido tocado, al minuto, un derechazo de Marcos Zampini hizo temblar el travesaño. Y el mismo mediocampista (ex Ituzaingó), diez minutos más tarde contó con una inmejorable ocasión, al quedar mano a mano con Marcos Fernández. Pero el arquero “Celeste”, en brillante reacción, logró taponar el remate. El rebote le quedó a Oscar Moralí, que le dio débil de zurda y cerca de la línea de gol José Banegas rechazó el balón. En la réplica, Brunetti escapó a la marca y se fue derecho hacia el arco defendido por Pablo Hourcade. Apenas ingresó al área penal, el delantero enganchó para su zurda y el disparo salió apenas desviado. Así se fue la primera etapa, con un Dock Sud que de a ratos tuvo la pelota, pero fue impreciso y con un Liniers que le enseñó que no es cuestión de tenerla, sino de saberla usar. Por eso, a pesar de irse al descanso con el tanteador en cero, a todos nos quedó la sensación de que si Liniers apretaba un poco el acelerador en la segunda etapa iba a ser el ganador.

Y así fue. Ya que a los 8 minutos, Hugo Palmerola hizo pasar de largo a Escobedo, ingresó al área y, amagando tirar el centro, sacó un potente remate al primer palo e hizo inútil el esfuerzo de Hourcade por sacar el balón. El goleador de “La Topadora” comenzó a señalar el camino de la victoria. Y fue por más. Como un equipo al que le sobran argumentos para afrontar partidos de tamaña magnitud, Liniers expuso en el campo de juego algo de su conocido repertorio: toque, rotación, circulación bien entendida y, a pesar de la transitoria igualdad que concretó Azcona a los 22, el “Celeste” dejó en claro que la posición en la tabla con respecto a su adversario mentía. Pero muchas veces afirmamos que las superioridades deben demostrarse. Y esta vez, “La Topadora” lo corroboró en la red. Como debe ser. Con una gran jugada colectiva. Casais la trajo desde atrás y metió un excelente pase para Vigna, que estaba en el borde del área penal. Éste la dejó pasar para Gnocchi que cedió para Palmerola, y el goleador que tiene el “Celeste” de Villegas puso la rúbrica. En los minutos siguientes, Liniers también contó con situaciones claras para aumentar. Pero, Hourcade se encargó de dejar el resultado final en un 2-1 que resultó exiguo.

En resumen, valioso triunfo consiguió Liniers, por lo que significa y la importancia que tiene ganar a esta altura del torneo. Necesitábamos un éxito así. Indiscutible, apropiado, con pasajes de buen fútbol. Un triunfo que reafirma la recuperación iniciada frente a Deportivo Riestra y continuada hasta el día de hoy.

Héctor Quatrida