OTRA DERROTA INEXPLICABLE

Cuesta creerlo. (y que nos crean). Pero hay que decirlo con toda claridad y desde el vamos. Hubo una gran diferencia futbolística entre Liniers y el equipo local que no se reflejó en el marcador.

Cañuelas puso la mayor parte de sus energías en defensa y retrasó bastante a sus volantes. Aún así, las situaciones más claras para convertir estuvieron de parte del “Celeste” y no se concretaron por falta de precisión de los encargados de definir. Durante los primeros cuarenta y cinco minutos, los dirigidos por Mariano Fernández intentaron inquietar a Liniers con jugadas de pelota detenida. Siempre bien manejada por Correa, aunque no lograron hacer pasar demasiados sobresaltos a la valla defendida por Marcos Fernández. En cambio, Liniers merodeó el área rival en varias oportunidades. Intentando un juego asociado. Con un Román Gnocchi muy activo, lateralizando el balón, permitiendo la subida de Stansiola y buscando el desequilibrio con Brunetti, que tuvo la posibilidad de abrir el marcador promediando la media hora de juego, a través de un potente disparo de zurda.

Finalmente, la etapa inicial terminó sin goles y se esperaba, al comienzo del complemento, el desnivel de parte de “La Topadora” que había evidenciado superioridad sobre su adversario. Pero fue todo lo contrario. Al igual que ante F. C. Urquiza, el “Celeste” recibió un gol apenas iniciada la etapa final. Tras una buena pelota puesta por Arana al corazón del área, Abadie la peinó hacia atrás para la entrada de Contreras, que con un zurdazo cruzado puso en ventaja al equipo “Rojiblanco”. Y a partir de ese momento, se observó un desarrollo que ya conocemos. Como si uno estuviese viendo siempre la misma película. Es decir, un Liniers arrollador, tratando de quebrar ese cerrojo que propuso el rival. Con remates de Palmerola, con el incesante empuje de Brunetti, con la búsqueda por arriba de López y Banegas ante una acción detenida ejecutada por Fuentes o con la proyección de Stansiola poniendo en aprietos a la defensa de su oponente. Ya sin Gnocchi en la cancha por la expulsión tras una agresión a Arana. Sólo faltaba el gol. Y a poco del final llegó: una insólita embestida del arquero Acosta sobre Brunetti dentro del área, derivó en la expulsión del guardametas local y, por consiguiente, en el penal que Marcos Fernández se encargó de ejecutar convirtiendo con un potente remate al medio del arco. Y como el “Celeste” nunca se da por vencido, siguió yendo por más. En tiempo cumplido, tuvo la victoria en los pies de Vigna. Pero su remate fue contenido por el arquero Maglione, reemplazante de Acosta. La igualdad parecía sellada. Por lo realizado en el encuentro, para Liniers significaba poco. Pero, en un abrir y cerrar de ojos, lo poco pasó a ser nada. En la última jugada del partido, Correa ejecutó un tiro de esquina y Alegre con un frentazo le dio el triunfo a Cañuelas.
La desazón nos invadió a todos. Sabemos que Liniers no se puede dar ni siquiera el lujo de un empate como visitante en un torneo como éste. A pesar de ello, paseó en Cañuelas su acostumbrada jerarquía. La “Topadora” necesita solamente un poco más de “punch” para volver a disfrutar los triunfos. Su calidad está.

Héctor Quatrida