Lo que hasta hace poco parecía descontado ahora empieza a preocupar. Luego de disputada la 21º fecha, cuando resta un partido por jugar y 13 jornadas para el final, Liniers se ubica a 5 puntos del noveno en la tabla (Cañuelas e Ituzaingó).
Los 4 goles recibidos como local frente a Ferro Carril Urquiza marcaron en el historial celeste de Primera D un hecho histórico inédito. En los torneos de la D que disputó, 21 en total, con casi 400 partidos de local, nunca había recibido tal cantidad de goles.
Con la posición en la tabla ocurre algo similar. Liniers siempre peleó arriba, como mínimo un lugar en la clasificación para el ascenso, y siempre con buenas campañas. Una teórica tabla histórica de todos los participantes en la D lo ubicaría sin dudas en el primer lugar.
Hay un dato insoslayable. Para clasificar entre los nueve primeros, como mínimo harían falta obtener 50 puntos, cuando no alguno más. Liniers actualmente cuenta con 26, sobre 69 disputados. Necesitaría 24 en los 39 que quedan por jugar. Indudablemente se hace imprescindible una recuperación notoria. Ganar entre 7 y 8 partidos de los 13 que restan. Por ahora sólo se ganaron 6.
Los datos estadísticos no hay que negarlos, marcan una realidad, por más que cueste creerla.
Pensamos que hay un plantel calificado, con varios jugadores codiciados por otros clubes que marcan el nivel que tienen. Hay un cuerpo técnico que ya demostró su capacidad profesional, conocimiento de la categoría y haberse puesto la camiseta de la institución cuando fue necesario. Y también hay gente desde afuera del club que fogonea el fracaso. Esa situación debe hacernos más fuertes que nunca. Hay que agrandarse en la adversidad. Es el momento de estar espalda con espalda. Peor que ahora no se puede estar. Tocamos fondo y hay que reconocerlo, porque si no será más complicado salir. A partir de ahora debe comenzar una remontada que creemos posible, por lo dicho anteriormente. El sábado ante Atlas debemos todos juntos, los que queremos al club, dar el primer paso para salir adelante.
Víctor Marinelli