Lamentablemente nos vemos obligados a cerrar el Libro de Visitas. Es un nuevo caso de libertad mal entendida. Somos eternos defensores de la libre expresión, pero bajo ciertas pautas razonables de conducta. No podemos exponer a insultos y agravios a gente del club, la mayoría directivos conocidos, y hecha por gente anónima (o no tanto) que se esconde detrás de un teclado.
Sabemos que hay quienes tristemente se regocijan con los traspiés del equipo, tal vez con la ilusión de volver a ocupar algún día un lugar en la Comisión Directiva. Es una actitud mediocre. Apuestan al fracaso de las actuales autoridades sin importarles demasiado el club, sino con un fin individualista, egocéntrico y de ambición personal.
Ya lo hemos expresado en varias oportunidades, el Club está por encima de las personas. Todo aquel que agravie o insulte a algún miembro de la Comisión Directiva, que representa a la Institución, lo está haciendo contra ésta misma. Y no lo vamos a permitir. Que lo hagan cara a cara, pero no escudados en el anonimato con el mero fin de generar desestabilización.
Por aquellos que no conocen ni respetan las mínimas reglas de convivencia dentro de una institución, es que nos vemos obligados a cerrar los canales libres de comunicación existentes, al desvirtuarse el fin por el cual habían sido creados.
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