Una caída muy preocupante

Fue tan brillante lo de Urquiza o tan pobre lo de Liniers. Pensamos que La Topadora no estuvo a la altura de las circunstancias. Defensivamente cometió fallas insólitas, especialmente en el primer tiempo. No paró a nadie. Defendió en línea, quiso salir jugando en una cancha blanda y poceada, cometiendo errores infantiles. El Furgón se hizo un festín. Toque, rotación, movilidad y espacios libres. Sus jugadores rápidos, contrastaron con la lentitud y la pesadez de los celestes, que encima dieron todas las ventajas posibles del medio hacia atrás. Liniers se vio sorprendido de entrada y no tuvo respuestas, ni anímicas, ni futbolísticas. El local generó 9 situaciones de gol en el período inicial, hizo 2 goles, pegó un tiro en el palo, Panno y Vidal fueron incontenibles, Godoy manejó los hilos. Marcos Fernández evitó más goles. Liniers no hizo pie, y le facilitó el trabajo a su rival que armó un verdadero festival. Ofensivamente, apenas tuvo un cabezazo de Darío Fernández como única llegada neta.

En el complemento Ruggero armó una línea de 3, reemplazando a los laterales, ingresando Fernando Borgio como líbero y agregando a Cermesoni en ofensiva. Liniers recompuso algo su línea, Fuentes trató de conducir al equipo, pero nunca pudo acercarse ni en el marcador ni en el juego a su rival. Sólo mostró la penetración y la soledad de Hugo Palmerola, que tuvo la única situación de gol en una media vuelta, que el arquero local magistralmente desvió por arriba. El Furgón fue implacable. Cerca de la media hora liquidó todo.

Luego el local reguló y Liniers siguió en la intrascendencia. Faltando 10 minutos Palmerola salió con una fuerte contractura, terminando el equipo con un jugador menos.

Sábado soñado para Ferro Carril Urquiza. Honda preocupación con vistas al futuro en Liniers. Se apostó a un proyecto que necesita tiempo, que de antemano se sabe que tiene como horizonte llegar al octogonal. Hasta aquí no hay discución. Pero no se pueden acumular tantos errores en un partido, dar tantas ventajas al rival y terminar con una imagen paupérrima como frente al Furgón. Contrasta con la historia del club. Liniers en la D siempre fue protagonista. Cuando no aparece el fútbol, debe aparecer el temperamento de los hombres. Este equipo demuestra falta de personalidad e inocencia. Urgentemente hay que revertir el aspecto anímico y hacer los ajustes tácticos correspondientes para que la tarde de Villa Lynch quede en una simple anécdota.

Víctor Marinelli