La tarde soleada propiciaba de marco ideal para un partido interesante. Envión anímico de Liniers con su último triunfo que tuvo efecto futbolístico: La Topadora de entrada marcó diferencias, con Silvio Fuentes manejando los piolines en el medio y Ariel Bareiro desequilibrando por derecha. Sobre los 15 Fuentes sacudió el horizontal con impactante zurdazo. Arenas tuvo en Leiva su hombre más influyente y More se movió con soltura, pero lejos del arco. A los 26 combinación profunda del avance, Darío Fernández y Bareiro, centro cerrado y aparición sorpresiva de Casais para cabecear de cara al arco y abrir el marcador.
Sintió Arenas el impacto, pero no se desordenó. Con empuje generó situaciones, siendo la más clara un remate suave de San Martín en el palo, cuando Marcos Fernández no tenía nada por hacer. Los centros cruzados, y la búsqueda por derecha de Sánchez y Leiva, fueron las armas que marcaban el camino del local, ante una defensa celeste que se manejó con solvencia.
En el complemento el nivel bajó de revoluciones. Liniers siguió manejando el trámite, frente a un rival adelantado, que fue introduciendo cambios para ganar agresividad. A los 18 sorprendió Stansiola por izquierda, y su centro cruzó todo el arco sin que Bareiro ni Banegas pudieran conectar. La búsqueda de Victoriano Arenas se consumía sin éxito, Liniers por momentos resistió atrás, con un Banegas muy firme, fue criterioso en el medio, con Virano en el quite y abastecimiento y pero le faltó mayor resolución adelante. El ingresado Sarmonia, en Arenas, resultó incómodo de controlar.
Pasada la media hora la “sensación térmica” para La Topadora era la de un partido cerrado, pero no liquidado. Tenía los espacios necesarios para hacerlo, faltó precisión en la puntada final. A los 43 Fuentes probó de media distancia muy cerca del horizontal. Sobre la hora, cuando el reloj corría inexorablemente para el local, llegó un pelotazo largo, intrascendente, que salía fuera del campo y al que Marcos Fernández fue a cubrir ante la entrada de Rubén Sánchez. Según el línea hubo contacto y le marcó a Biasutto la infracción. El juez obedeció. Penal. More se encargó de ejecutarlo con categoría al palo derecho. Quedará como una gran duda si la pelota (al producirse el involuntario contacto de Marcos con el jugador local) estaba dentro o no del campo de juego. La situación cambiaba radicalmente.
Liniers se acercó a la victoria pero no culminó. Ese fue su pecado capital. Un punto para cada uno. Para La Topadora con sabor a poco.
Víctor Marinelli
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