Primero el viernes, luego el lunes, finalmente era hoy. Pero no fue. San Martín de Burzaco y Claypole, el gran clásico del Partido de Almirante Brown, fue postergado para dentro de un par de semanas.
Esta vez se esgrimieron razones climáticas, pero en verdad la historia no fue tan así. Los directivos de Témperley, cuya cancha iba a ser escenario del partido, se opusieron terminantemente a que se jugara, para preservar el terreno de juego. En definitiva, si bien el campo estaba en condiciones, convencieron al árbitro Biasutto de Vicenzo para que suspendiera el partido, y lógicamente también presionaron para que mañana tampoco se dispute. En definitiva se jugará dentro de 15 días, el 7 de octubre y en Brown de Adrogué.
Un antecedente a tener en cuenta para hechos similares que puedan sucederse en el futuro, donde el club que presta las instalaciones impone condiciones cuando ve seriamente amenazado su campo de juego frente a condiciones climáticas adversas. Cuida en definitiva su propio patrimonio. Para no olvidar.
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