Por primera vez desde que se construyó la cancha se mudaron los bancos de suplentes. Su nueva ubicación es en frente de la tribuna local. La construcción realizada durante el receso demandó un esfuerzo económico importante para el presupuesto de la institución, pero era una obra que se necesitaba.
Sabemos que hubo diversas opiniones. Pero hay fuertes razones para darle el voto afirmativo.
En primer lugar había que reacondicionar los antiguos bancos, circunstancia que llevaría necesariamente una erogación dineraria. Sus condiciones eran precarias y sumamente inseguras, lo mismo que su ubicación.
Muy por el contrario, en el actual sector hay tranquilidad, no sólo para el cuerpo técnico y los jugadores, sino fundamentalmente para la institución al ser un lugar neutral, donde únicamente están cerca periodistas o autoridades policiales, evitando todo contacto con simpatizantes de cualquiera de los dos equipos.
La construcción es amplia, cómoda, permite evitar el rayo directo del sol, que era habitual e inevitable en el antiguo sector. Ahora, la sombra es total y atempera el calor que habitualmente se sufre en gran parte del año.
El nuevo sector, favorecerá también al periodismo en general, cuando concluyan los futuros palcos que se montarán sobre el techo de la construcción. Hasta el presente, Liniers nunca pudo darle a la prensa un lugar adecuado para trabajar. Comprobamos que el panorama para apreciar el partido es inmejorable. Es el espacio ideal para transmitir o tomar imágenes, para atender a los periodistas y por otra parte, en la altura, también el calor mengua notablemente al correr la brisa habitual que cruza el campo de juego.
Por el contrario, se podrá afirmar que la primer tribuna que fue inaugurada en el estadio (y que antes de la veda utilizaban los visitantes) quedó inutilizada. Es verdad. Pero faltan 4 años para la rehabilitación y hay que reconocer que sus escasas dimensiones siempre originaban inconvenientes de seguridad en los partidos importantes. En el futuro, seguramente, habrá que planificar construir una tribuna para los visitantes detrás del arco que está frente a los vestuarios, y rediseñar el acceso al estadio.
La conclusión es que se efectúa una obra necesaria para el club que tiene como proyecto futuro llegar a categorías superiores y que debe, entonces, reacondicionar su casa de acuerdo a las nuevas exigencias, tal vez no del todo reglamentarias, pero sí que hacen a la comodidad que las instituciones deben brindar al abrir sus puertas.
Víctor Marinelli
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