Con el empate en un gol en el choque ante Victoriano, válido por los cuartos de final del torneo reducido, Liniers dio el primer paso. Aunque le costó más de lo esperado. Walter Mastandrea lo igualó cuando apenas restaban 11 minutos de juego y el Celeste se estaba quedando afuera. Con el beneficio de la ventaja deportiva: los de Villegas ya están en semifinales.
La Topadora manejó el balón y no pasó sobresaltos en los primeros 45 minutos. Con Stansiola jugando de 3 cuando el rival tenía el balón, pero sumándose al ataque como acostumbra; llegando hasta el último tramo del sector izquierdo rival.
El manejo de la bocha le daba tranquilidad al local, sabiendo que el empate le alcanzaba para seguir en carrera, mientras que su rival parecía no estar enterado de la modalidad de eliminación asignada a la competición; no mostraba ni ideas ni interés por quebrar el cero, aunque sí se preocupaba por conservarlo en su arco.
En la segunda mitad la expulsión de Schiavello cambió el desarrollo del juego, Soto retrocedió unos metros para ocupar el lugar vacío que dejó el ex Berazategui y Palmerola se ubicó en la función de mediocampista derecho. El conjunto de Hernán San Martín se encontró con el balón y a Liniers le costaba hacer pie, llegando a los 20 minutos el gol visitante tras un error defensivo que le posibilitó a Sánchez enviar el centro para el cabezazo goleador de Cristian Bruno.
Entonces el C.A.V.A. empezó a sacar provecho de la superioridad numérica, el gol de ventaja y los nervios del elenco local. Sánchez lo perdió dos veces ante Fernández y el juego parecía tener un dueño absoluto.
Pero cuando Liniers defendía con apenas dos hombres (Albornoz y Pablo Mastandrea), marcaba -y atacaba- en el sector medio con tres (Soto, Romero y Stansiola), dejaba libres a Palmerola y Walter Mastandrea para crear, y ya había ingresado Mariano Acosta para acompañar a Tiedemann en ofensiva; apareció Walter Mastandrea, y a los 34 minutos, con un toque fino dejó pagando a Taboada que salió a destiempo.
Los nervios y la obligación cambiaron de camiseta, y lo que pretendió ser una solución para la visita, terminó siendo un gravísimo error: San Martín se jugó su última ficha con el ingresó de Figueredo, pero el habilidoso mediocampista no duró más de 5 minutos en cancha, haciéndose expulsar por arrojarle un pelotazo a Soto en un lateral favorable a Liniers. Esto terminó de cerrar el juego a favor del local.
El primer paso siempre es el más difícil de dar, y el team de Villegas lo dio con éxito. La actitud fue clave para conseguirlo. Pero las actuaciones individuales deberán subir su volumen de juego para mejorar la producción, de ahora en más tendrá un escollo adicional; en todos sus compromisos la ventaja deportiva será para el conjunto rival.
La Topadora manejó el balón y no pasó sobresaltos en los primeros 45 minutos. Con Stansiola jugando de 3 cuando el rival tenía el balón, pero sumándose al ataque como acostumbra; llegando hasta el último tramo del sector izquierdo rival.
El manejo de la bocha le daba tranquilidad al local, sabiendo que el empate le alcanzaba para seguir en carrera, mientras que su rival parecía no estar enterado de la modalidad de eliminación asignada a la competición; no mostraba ni ideas ni interés por quebrar el cero, aunque sí se preocupaba por conservarlo en su arco.
En la segunda mitad la expulsión de Schiavello cambió el desarrollo del juego, Soto retrocedió unos metros para ocupar el lugar vacío que dejó el ex Berazategui y Palmerola se ubicó en la función de mediocampista derecho. El conjunto de Hernán San Martín se encontró con el balón y a Liniers le costaba hacer pie, llegando a los 20 minutos el gol visitante tras un error defensivo que le posibilitó a Sánchez enviar el centro para el cabezazo goleador de Cristian Bruno.
Entonces el C.A.V.A. empezó a sacar provecho de la superioridad numérica, el gol de ventaja y los nervios del elenco local. Sánchez lo perdió dos veces ante Fernández y el juego parecía tener un dueño absoluto.
Pero cuando Liniers defendía con apenas dos hombres (Albornoz y Pablo Mastandrea), marcaba -y atacaba- en el sector medio con tres (Soto, Romero y Stansiola), dejaba libres a Palmerola y Walter Mastandrea para crear, y ya había ingresado Mariano Acosta para acompañar a Tiedemann en ofensiva; apareció Walter Mastandrea, y a los 34 minutos, con un toque fino dejó pagando a Taboada que salió a destiempo.
Los nervios y la obligación cambiaron de camiseta, y lo que pretendió ser una solución para la visita, terminó siendo un gravísimo error: San Martín se jugó su última ficha con el ingresó de Figueredo, pero el habilidoso mediocampista no duró más de 5 minutos en cancha, haciéndose expulsar por arrojarle un pelotazo a Soto en un lateral favorable a Liniers. Esto terminó de cerrar el juego a favor del local.
El primer paso siempre es el más difícil de dar, y el team de Villegas lo dio con éxito. La actitud fue clave para conseguirlo. Pero las actuaciones individuales deberán subir su volumen de juego para mejorar la producción, de ahora en más tendrá un escollo adicional; en todos sus compromisos la ventaja deportiva será para el conjunto rival.
David Tarantino
1 comentario:
FELICITACIONES A WALTER QUE AUNQUE, COMO EL MISMO DEBE SABER, NO FUE SU TARDE, PUDO CONVERTIR Y TAPARLE LA BOCA A TODOS AQUELLOS QUE DESDE AFUERA "DICEN" SER HINCHAS DE LINIERS, HAY QUE ALENTAR VIEJO...MUCHA SUERTE AL EQUIPO, LO MAS IMPORNATE ES PONER HUEVOS E IR AL FRENTE Y ME PARECE QUE DE ESTO EL CUERPO TECNICO SABE...
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