Liniers manejó el balón, pero no pudo doblegar al Deportivo Riestra en el juego de ida de la semifinal del octogonal. Los dirigidos por Cassinerio llegaron a Villegas con la idea de llevarse un empate y sostenidos en una defensa a puro Catenaccio, lo lograron.A la hora de desmenuzar este cotejo, no se puede diferenciar el primer tiempo del segundo, porque fueron demasiado similares. Si bien el encuentro fue huérfano en ideas, La Topadora buscó desde el inicio del partido ese gol que le dé la tranquilidad necesaria para encarar esta serie. No obstante, chocó contra un rival que ejecutó su plan defensivo a la perfección, sin dejarlo crear situaciones claras de gol ni acercarse a los metros finales del sector resguardado por Ferlauto.
El local tuvo la pelota durante el 70 % del match; intentó por derecha con Soto y Palmerola, por izquierda con Stansiola y la ayuda de Walter Mastandrea, Tiedemann realizó un desgaste notable, soltó -a veces- a Fuentes para llegar a posición de remate de media distancia, pero no tuvo la inteligencia para desarmar a la última línea del Blanquinegro y dejar a Tiedemann en posición de riesgo. Esto sumado a la falta de gol que viene demostrando el Celeste en las últimas fechas (5 goles en 7 juegos), derivó en un empate sin goles.
Ahora faltan 90 minutos en los que todo puede pasar; Cassinerio sabe que con el mismo libreto puede cosechar otra igualdad y meterse en la final, aunque un solo error lo puede dejar sin nada. Ruggero tendrá la posibilidad de confirmar que es un gran estratega, no le queda otra que arriesgar, y de seguro lo hará con inteligencia.
Faltan 72 horas para la gran revancha.
David Tarantino
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