Reducido: Cómo sigue la historia

Lamentablemente el torneo de la D termina con una mancha. En una fecha clave para definir posiciones en el torneo, Centro Español-Deportivo Paraguayo no pudo disputarse. En un fútbol amateur pretendidamente organizado, resulta inadmisible la suspensión de un partido porque un médico se olvidó su credencial.
Lógicamente que hay culpables. En primer lugar Centro Español, responsable máximo por no tomar los recaudos debidos para que el partido se dispute. No hay excusas para el olvidadizo facultativo, ni para el club encargado de organizar el partido y responsable de cubrir el aspecto médico. El árbitro José Carreras contempló la situación y otorgó cerca de una hora para que remediaran el tema. No hubo respuestas por parte de Centro Español.
Ocho equipos todavía no pueden iniciar la competición del Reducido, al no saber aún quiénes serán sus rivales.
El Tribunal de Disciplina el jueves resuelve sobre el tema, pero de darse los pasos lógicos, Centro Español debería presentar su descargo y luego resolverse. Esto demoraría aún más la cuestión. Es de esperar un trato sumarísimo del tema y un fallo perentorio.
Se manejan dos posibilidades: 1) Que el Tribunal le dé directamente los puntos a Paraguayo y que el Reducido comience el sábado 30 de mayo, debiéndose jugar luego alguna jornada entresemana (semifinales o finales) para llegar a cumplir con las fechas de la Promoción. 2) Que el partido se dispute, hecho que ocurriría el mismo sábado 30 de mayo con inicio del Reducido el martes 2 de junio, con iguales consecuencias en cuanto a disputar alguna serie entresemana.
Hechos como el que nos ocupa son habituales en el fútbol de inferiores, y generalmente los puntos quedan para el visitante. En este caso, pensamos que lo mejor sería disputar el partido, aunque se vea totalmente desvirtuado en su esencia al jugarlo, seguramente, Paraguayo con suplentes, y con todos los resultados puestos, hasta podrá elegir rival.
El lema de la “Casa Mayor” es que los partidos se ganan en la cancha y no en un escritorio. Adherimos totalmente.
Asimismo sería razonable una sanción ejemplificadora para Centro Español. Nos duele porque es una institución de la D, de las más sufridas, que ha hecho un esfuerzo enorme para mantener la categoría. Pero estamos en el 2009, y descuidos como el descripto no pueden admitirse, si es que queremos jerarquizar la categoría.

Víctor Marinelli