El domingo en Campana debía disputarse el partido entre Puerto Nuevo y Ferrocarril Urquiza. El mismo fue suspendido por la no presentación del visitante. La decisión fue adoptada por los jugadores, en solidaridad con el técnico Villabona, destituído por la Comisión Directiva del Furgón.
Caben muchas reflexiones. En primer lugar el perjuicio que los jugadores han causado al no respetar la decisión del club, que seguramente no sólo perderá los puntos sino que tal vez sea sancionado con la quita de alguno más. En categorías superiores no hubo sanción por alguna suspensión de un partido, pero en la D seguramente sí la haya.
En segundo término la inacción por parte de los directivos, que ante la inesperada decisión de los jugadores, parecen no tener la autoridad necesaria para dar respuesta a los hechos, quedando expuestos en consecuencia a la sanción del Tribunal de Disciplina.
Finalmente, bien podrían los jugadores haber tenido más imaginación en hacer sentir su disconformismo con la decisión adoptada por la institución, sin llegar a perjudicar al club. Y ponemos como ejemplo la actitud de los jugadores del Club Pegaso, de la tercera división española. Hace varios meses que no cobran un centavo. Por lo tanto decidieron salir con su trasero al aire (tal cual lo indica la foto) a disputar un partido oficial. Fue la mejor manera para que la noticia recorriera el mundo y se hiciera público su disconformismo por la injusta situación que les toca sufrir.
Víctor Marinelli
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