CARLOS ARIAS: "A Liniers estoy pegado de por vida"

(Publicado en "Sábado, La Historia del Fútbol de Ascenso". Gabriel Chepenekas, Fernando D’Addario y Luis Vivori. Noviembre de 1997).

“Todo sea por el Club”, podría ser el lema de Carlos Arias, que de hincha pasó a presidente y técnico, todo por el mismo precio. De hablar reflexivo y calmo, el “Presi” desgrana una tras otras sus desventuras por un camino que parece ser hecho para hombres como él. Es un recorrido armado de paciencia y humildad que solo reconoce el placer del deber cumplido: Llevar bien alto a la camiseta amada. El lo sabe, lejos de las grandes luces, cerca del mayor orgullo: Saberse protagonista de un Capítulo más en este sacrificado mundo del fútbol de ascenso.

“Me metí de caradura como técnico pero porque era una situación muy particular: En el 81 y en Primera D el que dirigía el equipo se fue a mitad de campeonato y no tenía sentido seguir pagando a uno si ya no teníamos posibilidades. Así es que el presidente del club preguntó quién iba a agarrar, total en ésa época no había desafiliación, y fue el momento que empezó todo porque yo dije que me animaba y fue muy particular la experiencia, estuvimos toda una rueda sin perder”.

¿Cuáles fueron las diferencias de dirigente a técnico?
Te vas enfrascando en una cosa y de alguna manera separás aunque de directivo nunca me pude alejar. Por otro lado el trato con el jugador me dio la posibilidad de mejorar mi relación en lo económico, tal es así que en el 82 elegía a los jugadores teniendo en cuenta también las necesidades del club. Los jugadores se fueron acostumbrando. De todas formas nos empezamos a nutrir de chicos de las inferiores y no se generaron conflictos.

¿En ningún momento dejó de dirigir?
Sí, lo dejé en la campaña 87/88, y en la presente temporada (96/97)

¿Cuál recuerda en especial?
Lamentablemente se acuerdan solo de los éxitos finales. Yo tuve tres ascensos y un descenso, estoy ganando tres a uno por ahora, pero no siempre cuando se gana son las mejores campañas. Tengo en la memoria los años 82/83/84 y 85 que con la misma base de jugadores siempre logramos ser protagonistas y sin embargo no pudimos ascender. En el 86 lo logramos, fue cuando se hizo la reestructuración. En la C nos salvamos de descender, el año que vino después, y fue cuando decidí parar por una temporada porque ya estaba agotado.

¿Igual volvió enseguida?
Sí, porque los resultados no acompañaron al técnico que vino. Luego se buscó a un muchacho que había jugado en el club y estaba trabajando en las inferiores de Morón, pero tampoco anduvo y volvimos a descender. Me fueron a buscar a mí otra vez y un poquito por ego de que las cosas se pueden hacer bien volví.

¿Qué es Liniers para usted?
Yo tengo 52 años, cuando tenía 8 vivía a dos cuadras de la cancha en General Paz. Cruzaba la avenida y me iba a la cancha. El primer partido fue Liniers y Tiro Federal de Rosario. Me quedó grabado, porque en Tiro Federal jugaba Federico Sacchi. De ahí en más me empecé a cruzar más seguido, era el chico que alcanzaba la pelota, el que iba a los entrenamientos y bueno después de eso ya quedás pegado de por vida…