Los dirigidos por Osvaldo Rugggero otra vez repartieron puntos y siguen sin ganar en lo que va de 2009. Si bien Liniers jugó mejor que en su presentación anterior, ante Puerto Nuevo, no supo doblegar a un rival que disputó casi 40 minutos con un hombre menos, por la expulsión de Matías Polack. El empate en dos goles ante Lugano en Tapiales, dejó gusto a poco. ¿Falta fútbol o falta actitud?.
Desde el comienzo del encuentro ambos equipos se midieron en demasía y aunque el local tenía preponderancia en la mitad de la cancha con la recuperación de balón que le aportaban Sebastián Fiorentino y Matías Polack, fallaba en el último cuarto de campo a raíz de las imprecisiones de sus atacantes.
Pese a ello, la primera situación clara de la tarde la tuvo el elenco comandado por Osvaldo Ruggero; tiro libre de Hugo Palmerola desde la derecha, Lucas Tiedemann la peinó al segundo palo y Cristian Couceiro metió el derechazo bajo, pegado al palo que en notable intervención Mario Gauna desvió al corner. Nada más había pasado en el juego, hasta que Tiedemann tocó la pelota con la mano dentro del área propia y a los 34 minutos Fiorentino cambió penal por gol. Luego, los de Tapiales estuvieron cerca de aumentar la diferencia con un derechazo bombeado de Polack, que Marcos Fernández sacó al corner.
En el segundo capítulo cambió el ritmo del cotejo, al minuto nomás Leonel Ybarra interceptó con la mano el remate de Walter Mastandrea y desde los doce pasos, Marcos Fernández cruzó un furibundo derechazo ante el cual Gauna (pese a adivinar el destino de la bocha) nada pudo hacer. En seguida Ezequiel Vidal con una exquisita definición dejó parado a Fernández y le devolvió la ventaja al Naranja, que no logró estar arriba en el marcador por mucho tiempo, porque Lucas Tiedemann con el arco a su merced la empujó a la red tras el cabezazo de Luis Stansiola, a la salida de un tiro de esquina. Minuto fatal para el conjunto local, empate de la Topadora y expulsión de Polack por exceso verbal sobre el juez de línea Mariano Negrete (todo Lugano pidió offside en el gol de Tiedemann) cuando corrían tan sólo ocho minutos del complemento.
Liniers encaró en busca de los tres puntos y Lugano se dedicó a esperar para salir de contra, aprovechando la velocidad de sus hombres de punta. El Celeste buscó reiteradamente con remates de media distancia, sin comprometer demasiado al Uno Naranja, sino que la más clara la tuvo en un cabezazo de Tiedemann, que Gauna tapó magistralmente sobre su palo izquierdo.
Lugano pecó de impreciso de tres cuartos de campo en adelante durante los 90 minutos de juego, sino tal vez hubiera encontrado el gol que, aún con un jugador menos, le diera la victoria. Liniers lo pudo haber ganado también, pero no supo aprovechar la inferioridad numérica del rival. Por eso el empate fue una mezcla de premio - castigo para ambos.
Desde el comienzo del encuentro ambos equipos se midieron en demasía y aunque el local tenía preponderancia en la mitad de la cancha con la recuperación de balón que le aportaban Sebastián Fiorentino y Matías Polack, fallaba en el último cuarto de campo a raíz de las imprecisiones de sus atacantes.
Pese a ello, la primera situación clara de la tarde la tuvo el elenco comandado por Osvaldo Ruggero; tiro libre de Hugo Palmerola desde la derecha, Lucas Tiedemann la peinó al segundo palo y Cristian Couceiro metió el derechazo bajo, pegado al palo que en notable intervención Mario Gauna desvió al corner. Nada más había pasado en el juego, hasta que Tiedemann tocó la pelota con la mano dentro del área propia y a los 34 minutos Fiorentino cambió penal por gol. Luego, los de Tapiales estuvieron cerca de aumentar la diferencia con un derechazo bombeado de Polack, que Marcos Fernández sacó al corner.
En el segundo capítulo cambió el ritmo del cotejo, al minuto nomás Leonel Ybarra interceptó con la mano el remate de Walter Mastandrea y desde los doce pasos, Marcos Fernández cruzó un furibundo derechazo ante el cual Gauna (pese a adivinar el destino de la bocha) nada pudo hacer. En seguida Ezequiel Vidal con una exquisita definición dejó parado a Fernández y le devolvió la ventaja al Naranja, que no logró estar arriba en el marcador por mucho tiempo, porque Lucas Tiedemann con el arco a su merced la empujó a la red tras el cabezazo de Luis Stansiola, a la salida de un tiro de esquina. Minuto fatal para el conjunto local, empate de la Topadora y expulsión de Polack por exceso verbal sobre el juez de línea Mariano Negrete (todo Lugano pidió offside en el gol de Tiedemann) cuando corrían tan sólo ocho minutos del complemento.
Liniers encaró en busca de los tres puntos y Lugano se dedicó a esperar para salir de contra, aprovechando la velocidad de sus hombres de punta. El Celeste buscó reiteradamente con remates de media distancia, sin comprometer demasiado al Uno Naranja, sino que la más clara la tuvo en un cabezazo de Tiedemann, que Gauna tapó magistralmente sobre su palo izquierdo.
Lugano pecó de impreciso de tres cuartos de campo en adelante durante los 90 minutos de juego, sino tal vez hubiera encontrado el gol que, aún con un jugador menos, le diera la victoria. Liniers lo pudo haber ganado también, pero no supo aprovechar la inferioridad numérica del rival. Por eso el empate fue una mezcla de premio - castigo para ambos.
David Tarantino
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