Liniers derrotó a Yupanqui por 3 a 0 en el estadio del Deportivo Riestra. La Topadora, sin brillar pero con contundencia, se aprovechó de un débil oponente que no encontró respuestas para preocuparlo en demasía.
El transcurso del partido se hizo de a ratos lento, de a ratos monótono. El local, por momentos intentó atacar. Con sus indisimulables flaquezas a cuestas, a veces pudo arrimar peligro a la valla defendida por Marcos Fernández, pero sin lograr batir al mejor arquero de la categoría, quien siempre respondió con sobriedad.
Liniers fue inteligente en su planteo; cuando tuvo que atacar soltó a los laterales-volantes (Schiavello-Álvarez) para sumarse a los de arriba. Stansiola en la creación y Palmerola y Jiménez en los últimos metros, tuvieron un muy buen partido, siendo decisivos para darle forma a la goleada.
Defensivamente, la Topadora presentó a Couceiro, Renyinsky y Pardo, aunque cuando fue necesario, Schiavello y Romero retrocedieron más que de costumbre para darle una mano a una defensa que, al margen de algún error de Renyinsky, no tuvo grandes inconvenientes. Ordenadas todas las líneas, Stansiola se encargó de romper el cero, con una exquisita definición, tocando por sobre el cuerpo de Diego Viano, cuando llegaba el minuto 41. El gol le dio al equipo de Ruggero una buena perspectiva para irse al vestuario en ventaja y salir al complemento a manejar el partido con una dósis mayor de relax.
Rápidamente al iniciarse el complemento, Gonzalo Jiménez metió el frentazo goleador para festejar en fechas consecutivas en el presente torneo, y comenzar a regar la sequía que lo envolvió en el ciclo de Daniel Messina. Al rato, ni bien pasados los diez minutos, Sergio Álvarez clavó el zurdazo bajo para pintar la goleada de Celeste.
Después Liniers gozó de varios momentos de un interesante juego asociado, ante un Yupanqui ya desmoralizado y sin armas para revertir la situación. La expulsión de Gamarra por un golpe sobre Mastandrea sin el balón en disputa, terminó de monopolizar el control de la bocha en los pies de los players visitantes.
Es cierto que Ballester y Yupanqui eran rivales que en los papeles aparecían como accesibles, pero antes la Topadora no lograba sumar de a tres ante rivales también calificables como “accesibles”. Lo cual esgrime que los dos triunfos consecutivos de Liniers y los siete goles convertidos en dichos encuentros, muestran una innegable recuperación. El equipo reencontró el camino del gol, y aunque el liderazgo del torneo parece quedar varias estaciones más adelante, atención, porque a medida que las individualidades suban su nivel, el poder de gol se va a ir dando como una consecuencia natural y tal vez aparezca el gran Liniers que todos esperan desde el arranque del campeonato.
El transcurso del partido se hizo de a ratos lento, de a ratos monótono. El local, por momentos intentó atacar. Con sus indisimulables flaquezas a cuestas, a veces pudo arrimar peligro a la valla defendida por Marcos Fernández, pero sin lograr batir al mejor arquero de la categoría, quien siempre respondió con sobriedad.
Liniers fue inteligente en su planteo; cuando tuvo que atacar soltó a los laterales-volantes (Schiavello-Álvarez) para sumarse a los de arriba. Stansiola en la creación y Palmerola y Jiménez en los últimos metros, tuvieron un muy buen partido, siendo decisivos para darle forma a la goleada.
Defensivamente, la Topadora presentó a Couceiro, Renyinsky y Pardo, aunque cuando fue necesario, Schiavello y Romero retrocedieron más que de costumbre para darle una mano a una defensa que, al margen de algún error de Renyinsky, no tuvo grandes inconvenientes. Ordenadas todas las líneas, Stansiola se encargó de romper el cero, con una exquisita definición, tocando por sobre el cuerpo de Diego Viano, cuando llegaba el minuto 41. El gol le dio al equipo de Ruggero una buena perspectiva para irse al vestuario en ventaja y salir al complemento a manejar el partido con una dósis mayor de relax.
Rápidamente al iniciarse el complemento, Gonzalo Jiménez metió el frentazo goleador para festejar en fechas consecutivas en el presente torneo, y comenzar a regar la sequía que lo envolvió en el ciclo de Daniel Messina. Al rato, ni bien pasados los diez minutos, Sergio Álvarez clavó el zurdazo bajo para pintar la goleada de Celeste.
Después Liniers gozó de varios momentos de un interesante juego asociado, ante un Yupanqui ya desmoralizado y sin armas para revertir la situación. La expulsión de Gamarra por un golpe sobre Mastandrea sin el balón en disputa, terminó de monopolizar el control de la bocha en los pies de los players visitantes.
Es cierto que Ballester y Yupanqui eran rivales que en los papeles aparecían como accesibles, pero antes la Topadora no lograba sumar de a tres ante rivales también calificables como “accesibles”. Lo cual esgrime que los dos triunfos consecutivos de Liniers y los siete goles convertidos en dichos encuentros, muestran una innegable recuperación. El equipo reencontró el camino del gol, y aunque el liderazgo del torneo parece quedar varias estaciones más adelante, atención, porque a medida que las individualidades suban su nivel, el poder de gol se va a ir dando como una consecuencia natural y tal vez aparezca el gran Liniers que todos esperan desde el arranque del campeonato.
David Tarantino
1 comentario:
Vamos Liniers carajo!!! Ahora a ganarle a Ituzaingó como sea. Merecemos este ascenso. Ningun equipo sostiene la punta 57ptos. Se van a caer todos... y nosotros tenemos que estar afilados para pegar el zarpaso.
Suerte para Ruggero y todos los jugadores.
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