Otro empate y toda la amargura del final

El estado pesado del campo de juego, esta vez, jugó un rol importante y resultó un impedimento para Liniers en poder desarrollar el juego que intenta proponer. Frente a ese escollo las respuestas, las alternativas ensayadas fueron muy escasas. No se intentó de media distancia, no se lateralizó lo necesario, el juego pasó más por un intransitable medio campo en el que Damián Bevcar se debatía frente a la superioridad rival. Es que Victoriano pareció siempre entender mejor el partido y el campo de juego y ya en los primeros minutos tuvo un par de llegadas. Recién a los 21' Liniers remató por primera vez al arco, lo hizo a través de un soberbio remate de media distancia de Coqui Jiménez que rebotó en el travesaño. Con Palmerola de punta, intentando desequilibrar, Liniers tuvo una de sus cartas ofensivas más notorias, aunque solitaria, toda vez que Fuentes no lograba estabilizarse en el campo y Stansiola no lograba progresar por su sector. Sobre el final de la etapa, en la mejor jugada colectiva, combinaron en velocidad Palmerola y Stansiola, recibiendo luego Fuentes, cuyo remate fue salvado magistralmente por el arquero sobre su palo izquierdo, en la única intervención trascendente del mismo. Apenas dos llegadas en toda la etapa, marcaba la ineficacia del equipo.

Todo pareció cambiar en el complemento. Rápidamente el juez sanciona acertadamente una infracción sobre Fuentes dentro del área, que el mismo resuelve desde los doce pasos con éxito sobre el palo izquierdo del arquero. Pareció Liniers en ventaja recobrar su mejor nivel, y fueron esos sus mejores momentos. Creció Mauro Rodríguez en el medio, Bevcar se multiplicaba entre piernas y barro, y Palmerola desbordaba por derecha buscando al Coqui Jiménez por adentro. Pero las intensiones se fueron paulatinamente diluyendo. Al amparo de un arbitraje muy complaciente con el juego brusco de Victoriano, el visitante fue creciendo, se fue animando. Los cambios para los últimos 20 minutos le dieron la cuota de agresividad que le estaba faltando. Rubén Sánchez fue la figura rutilante de la recuperación, ganando siempre por derecha, un sector en el que los celestes tuvieron muchos problemas. Messina cambió a Tiedemann por Jiménez e hizo ingresar a Rodrigo Sánchez pro Palmerola. Fue acertado? Viendo la avanzada visitante, no hubiese sido preferible cerrar el partido haciendo ingresar un volante para que tenga la pelota como Mastandrea?. En el ida y vuelta propuesto por Arenas, perdió Liniers. El visitante generó numerosas situaciones de gol que parecieron calcadas. Siempre buscando el lateral izquierdo de Liniers muy desprotejido. Primero fue Gustavo Herrera, el defensor, poryectado, Rubén Sánchez por dos veces, Daniel Sosa cerca del travesaño, otro tiro en el palo que Mauro Rodríguez salvó sobre la línea, y Marcos Fernández se revolcó un par de veces. Del lado de Liniers nada, sin reacción. Sólo un contraataque de Stansiola que Tiedemann estuvo cerca de convertir. Con un tardío intento de reforzar el sector con el ingreso de Schiavello. Sobre la hora llegó el justificado premio para Arenas (y el castigo para Liniers) a través de Cristian Bruno, en un centro pasado desde la izquierda cabeceado con total libertad sobre el segundo palo (oh! casualidad).

La historia terminó allí. De haber seguido unos minutos más, hasta podría haber sido peor.

Liniers sigue si encontrar el rumbo. Desde que llegó a la punta no ganó más. Los cambios que propone el técnico no dan resultado. Esta vez, se sumó un ingrediente (el campo de juego) que pareció favorecer más al visitantes, que en el segundo tiempo se adaptó mejor y hasta pareció más entero físicamente. El equipo da ventajas defensivas, no tiene consistencia y es vulnerable. Le generaron demasiadas situaciones y no supo cómo resolverlas. En el medio para destacar sólo a Bevcar, demasiado sólo esta vez, porque Romero estuvo muy lejos de su nivel, y la garra de Mauro Rodríguez. Del medio hacia adelante, alguna inspiración de Palmerola. Liniers prácticamente no generó situaciones de gol, habiéndose puesto en ventaja y con el partido a favor cuando Arenas tambaleaba. Pero lo dejó con vida, y luego equivocadamente no puso el partido en el freezer, siendo que era más valioso asegurarse el triunfo que ampliar las cifras. Lo pagó caro. Midland ya le lleva 9 puntos.

Víctor Marinelli