En 45 minutos iniciales en los que Liniers no tuvo alma, Berazategui convirtió el único gol del partido y tiene adentro el 60 % de la clasificación. En la segunda mitad, Sebastián Quercia cambió algunos nombres y varió la actitud del equipo, aunque no alcanzó para cambiar el resultado.
En el primer tiempo, Liniers demostró una alarmante impotencia futbolística pero, además, fue demasiado “liviano” a la hora de demostrar temperamento, esto no es repartir codazos, como sí lo hizo el conjunto visitante, con Román Gnocchi como abanderado. Pero faltó actitud, Berazategui ganó todas las pelotas divididas, las fue a pelear de una manera distinta, por eso controló sin dificultades a un dócil rival. Sin hacer mucho, se encontró con el 1 a 0 tras un tiro libre ejecutado por Gustavo Pastor que Gnocchi empujó a la red ante la salida de Marcos Fernández. Las únicas dos chances de Liniers llegaron mediante el juego aéreo, un cabezazo de Oscar Canteros que pasó pegado al palo izquierdo de Cristian García y, cuando se terminaba la primera etapa, Leandro Aversa, en óptima posición dentro del área, tras centro de Luis Stansiola, metió el frentazo cruzado, que salió totalmente desviado. Antes, en una buena acción de Juan Brunetti por el sector izquierdo del ataque del conjunto visitante, éste envió el centro al corazón del área para la entrada de Pastor, que definió de primera y se encontró con una providencial intervención de Fernández para evitar el segundo gol Naranja.
El segundo tiempo, fue absolutamente distinto. El equipo de Osvaldo Roggero, siguió con su actitud, avalada por el árbitro, Ramiro López, de querer llevarse el partido a lo guapo. Sin embargo, la figura de Damián Bevcar (la divisional le queda muy chica) se agigantó en el mediocampo y los ingresos de Walter Negreti, su ausencia desde el minuto inicial se debió a una decisión táctica, y Silvio Fuentes, suplente por perderse varios entrenamientos previos a este partido, por problemas personales, le dieron al Celeste otro porte.
Entre el minuto 12 y el 15, Liniers contó con dos chances calcadas, primero un centro de Fuentes desde el sector izquierdo, que Stansiola impactó de cabeza y la pelota salió rozando el palo, luego el centro fue de Canteros y el cabezazo de Negreti para darle el mismo destino al balón. Posteriormente, Fuentes con intentos desde media distancia, exigió varias veces al portero visitante. Berazategui también tuvo oportunidades para liquidarlo de contra, con Pastor y Federico Quintana como protagonistas, Fernández se encargó de que la cuenta del elenco visitante quede en un solo gol.
A falta de un minuto para finalizar el cotejo, Mauricio Remy, desde la medialuna, ensayó un potente zurdazo a media altura que García rechazó con una magnífica estirada. Después solo quedó tiempo para la infantil expulsión de Canteros que, sin necesidad alguna y con Ramiro López (quien se pareció mucho a Diego Muñoz, solo le faltó darle algún penal a la visita) a pocos metros de la jugada, le tiró el pisotón a Quintana, quien estaba caído al costado del banderín del corner. Una tontería sin justificativos, cuando todavía quedan 90 minutos por disputar.
Otra ausencia que deberá suplir Liniers para la revancha, es la de Cristian Couceiro, quien llegó a la quinta amonestación.
Párrafo aparte para el árbitro del partido; Ramiro López. En la actual temporada sólo había dirigido una vez a los de Villegas y ninguna a Berazategui, lo que en la previa, no ostentaba motivos para creer en un arbitraje intencionado, pero...
Sabido es que en las etapas definitorias de cualquier torneo de ascenso, especialmente en la D, todo es sospechoso. López no tuvo nada que ver en lo que Liniers hizo futbolísticamente, pero el partido le quedó grande, excepto en la expulsión de Canteros, se equivocó en todo. En el primer tiempo, no vio un claro penal, de Diego Alcibiade a Fernando Cáceres, quien a su interpretación; se tiró. Entonces, tendría que saber el árbitro, que a un jugador que simula dentro del área le corresponde la amonestación.
La primera amonestación llegó recién a los 59 minutos de juego, por una infracción, no tan grave, comparada con otras que López no vio, de Matías Italiani. En un partido caliente, con clima de clásico, por como se estaba dando el transcurso del mismo. ¿No suena increíble que la primera amonestación llegue tras casi una hora de juego?. Italiani fue el único amonestado del conjunto visitante, los otros dos que tuvo la tarde, Bevcar y Couceiro, por protestar. Insólito.
Quien, sin dudas, se llevó un recuerdo “imborrable”, fue Remy. En una de las primeras acciones del segundo tiempo, con Ramiro López y el juez de línea; Mauricio Metola como escribanos, el defensor se hizo acreedor de un codazo (firmado: Román Gnocchi) en su ojo izquierdo. Gnocchi completó los 90 minutos. Remy jugó el tiempo posterior al golpe, con su ojo morado.
Muchas circunstancias pueden cambiar un partido. Un penal no cobrado, jugadas de expulsión que no se ven, o no se quieren ver. Un equipo que demuestra más oficio que su rival o un gol tempranero.
No obstante, con Osvaldo Loprete como presidente de la divisional, Liniers debería aprender a jugar los partidos afuera de la cancha también. Adentro hay mucho por mejorar, pero afuera, con vistas a lo inmediato, que es la revancha contra Berazategui, lo mínimo que se puede exigir es que el árbitro, sea quien sea, dirija con un silbato en la boca y no con una pipa.
En el primer tiempo, Liniers demostró una alarmante impotencia futbolística pero, además, fue demasiado “liviano” a la hora de demostrar temperamento, esto no es repartir codazos, como sí lo hizo el conjunto visitante, con Román Gnocchi como abanderado. Pero faltó actitud, Berazategui ganó todas las pelotas divididas, las fue a pelear de una manera distinta, por eso controló sin dificultades a un dócil rival. Sin hacer mucho, se encontró con el 1 a 0 tras un tiro libre ejecutado por Gustavo Pastor que Gnocchi empujó a la red ante la salida de Marcos Fernández. Las únicas dos chances de Liniers llegaron mediante el juego aéreo, un cabezazo de Oscar Canteros que pasó pegado al palo izquierdo de Cristian García y, cuando se terminaba la primera etapa, Leandro Aversa, en óptima posición dentro del área, tras centro de Luis Stansiola, metió el frentazo cruzado, que salió totalmente desviado. Antes, en una buena acción de Juan Brunetti por el sector izquierdo del ataque del conjunto visitante, éste envió el centro al corazón del área para la entrada de Pastor, que definió de primera y se encontró con una providencial intervención de Fernández para evitar el segundo gol Naranja.
El segundo tiempo, fue absolutamente distinto. El equipo de Osvaldo Roggero, siguió con su actitud, avalada por el árbitro, Ramiro López, de querer llevarse el partido a lo guapo. Sin embargo, la figura de Damián Bevcar (la divisional le queda muy chica) se agigantó en el mediocampo y los ingresos de Walter Negreti, su ausencia desde el minuto inicial se debió a una decisión táctica, y Silvio Fuentes, suplente por perderse varios entrenamientos previos a este partido, por problemas personales, le dieron al Celeste otro porte.
Entre el minuto 12 y el 15, Liniers contó con dos chances calcadas, primero un centro de Fuentes desde el sector izquierdo, que Stansiola impactó de cabeza y la pelota salió rozando el palo, luego el centro fue de Canteros y el cabezazo de Negreti para darle el mismo destino al balón. Posteriormente, Fuentes con intentos desde media distancia, exigió varias veces al portero visitante. Berazategui también tuvo oportunidades para liquidarlo de contra, con Pastor y Federico Quintana como protagonistas, Fernández se encargó de que la cuenta del elenco visitante quede en un solo gol.
A falta de un minuto para finalizar el cotejo, Mauricio Remy, desde la medialuna, ensayó un potente zurdazo a media altura que García rechazó con una magnífica estirada. Después solo quedó tiempo para la infantil expulsión de Canteros que, sin necesidad alguna y con Ramiro López (quien se pareció mucho a Diego Muñoz, solo le faltó darle algún penal a la visita) a pocos metros de la jugada, le tiró el pisotón a Quintana, quien estaba caído al costado del banderín del corner. Una tontería sin justificativos, cuando todavía quedan 90 minutos por disputar.
Otra ausencia que deberá suplir Liniers para la revancha, es la de Cristian Couceiro, quien llegó a la quinta amonestación.
Párrafo aparte para el árbitro del partido; Ramiro López. En la actual temporada sólo había dirigido una vez a los de Villegas y ninguna a Berazategui, lo que en la previa, no ostentaba motivos para creer en un arbitraje intencionado, pero...
Sabido es que en las etapas definitorias de cualquier torneo de ascenso, especialmente en la D, todo es sospechoso. López no tuvo nada que ver en lo que Liniers hizo futbolísticamente, pero el partido le quedó grande, excepto en la expulsión de Canteros, se equivocó en todo. En el primer tiempo, no vio un claro penal, de Diego Alcibiade a Fernando Cáceres, quien a su interpretación; se tiró. Entonces, tendría que saber el árbitro, que a un jugador que simula dentro del área le corresponde la amonestación.
La primera amonestación llegó recién a los 59 minutos de juego, por una infracción, no tan grave, comparada con otras que López no vio, de Matías Italiani. En un partido caliente, con clima de clásico, por como se estaba dando el transcurso del mismo. ¿No suena increíble que la primera amonestación llegue tras casi una hora de juego?. Italiani fue el único amonestado del conjunto visitante, los otros dos que tuvo la tarde, Bevcar y Couceiro, por protestar. Insólito.
Quien, sin dudas, se llevó un recuerdo “imborrable”, fue Remy. En una de las primeras acciones del segundo tiempo, con Ramiro López y el juez de línea; Mauricio Metola como escribanos, el defensor se hizo acreedor de un codazo (firmado: Román Gnocchi) en su ojo izquierdo. Gnocchi completó los 90 minutos. Remy jugó el tiempo posterior al golpe, con su ojo morado.
Muchas circunstancias pueden cambiar un partido. Un penal no cobrado, jugadas de expulsión que no se ven, o no se quieren ver. Un equipo que demuestra más oficio que su rival o un gol tempranero.
No obstante, con Osvaldo Loprete como presidente de la divisional, Liniers debería aprender a jugar los partidos afuera de la cancha también. Adentro hay mucho por mejorar, pero afuera, con vistas a lo inmediato, que es la revancha contra Berazategui, lo mínimo que se puede exigir es que el árbitro, sea quien sea, dirija con un silbato en la boca y no con una pipa.
David Tarantino
3 comentarios:
FELICITACIONES DAVID Y VICTOR POR LOS COMENTARIOS DEL PARTIDO, FUE TAL CUAL UDS. LO DICEN. QUEDAN 90 MINUTOS Y SIN ARBITROS EN CONTRA PODEMOS DARLO VUELTA, VAMOS LINIERS!!!!!!
NO SE OLVIDEN QUE EN EL PRIMER TIEMPO HUBO DOS CODAZOS DEL 3 NO IMPORTA EL NOMBRE SON TODOS NARANJAS DE MIERDA, UNO SOBRE RODRIGO SANCHES Y OTRO A HUGO PALMEROLA Y EL JUEZ DE LINEA Y ARBITRO SE HICIERON LOS BOLUDOS.
EL COLEGIO DE ARBITROS NO VE NADA? QUE DICEN GNECO, BAVA, ELIZONDO.... O SON TODOS DE CORRUPTOS POR IGUAL?
BERA DAS LASTIMA, DECIS QUE SON GRANDE Y TIENEN LA MAYOR HINCHADA Y HACE 5 AÑOS QUE DAN PENA EN LA "D" ARREGLANDO PARTIDOS, ARBITROS Y JUGADORES RIVALES Y NO PODES SUBIR. DECIS QUE SON LA MAYOR HINCHADA Y NOSOTROS CON UN PAR DE HINCHAS TE AFANAMOS LOS BOMBOS Y BANDERA Y DE YAPA TENES DE DELEGADO A UN VIEJO PUTO TRAGASABLE!!! PORQUE NO SE MATAN TODOS.
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