El equipo de Sebastián Quercia debía ganar para alcanzar a Defensores Unidos en la cima de la tabla, al menos hasta mañana, cuando los de Zárate visiten Libertad para enfrentar a Midland, pero dejó escapar la chance de seguir con vida en el camino al tan ansiado ascenso directo.
De antemano se sabía que no iba a ser fácil, Victoriano Arenas viene desde comienzo de temporada con la misma base de jugadores y es una de las cuatro instituciones de la D que sostiene a su técnico (Darío Cassinerio) desde el inicio del campeonato. Si bien no es un rival que pelee el título, es un conjunto bien aceitado en su funcionamiento y que sabe lo que quiere. Antes ya le había quitado puntos a Argentino de Quilmes, Defensores Unidos y Midland.
Liniers por su parte llegaba diezmado en su defensa, lesionados Matías Gallo y Cristian Couceiro, la línea de cuatro la conformaron: Juan Pablo Rebecchi, flojo en el primer tiempo aunque mejoró en la última etapa, sobre todo cuando el equipo pasó a defender con tres. Oscar Romero, regresó tras su lesión ante Claypole (el 1/3/2008), en un puesto que no es el de él, le costó bastante adaptarse y salió reemplazado. Oscar Canteros, el Colo no viene pasando su mejor momento desde hace varias fechas, quedó demostrado en el primer gol de la visita, y Mauricio Remy. Está claro que el “tres” no es ningún exquisito pero desde aquel partido ante Juventud Unida a principio de año, en el que retornó a la titularidad, viene mostrando un desempeño muy regular.
El panorama estaba claro, un equipo bien armado (Victoriano) y otro que improvisaba en su defensa (Liniers). Así fue como la visita se adueñó del partido en los primeros veinte minutos, parando dos líneas de cuatro, manejando la pelota en el medio campo para asistir a sus dos delanteros. Cristian Buglione, ex Liniers, abrió el scorer con un golazo, superando la marca de Canteros y definiendo con categoría ante la salida de Marcos Fernández que nada pudo hacer para evitar el remate cruzado al ángulo. El segundo gol de los visitantes llegó tras un error defensivo y Luis Leiva sólo tuvo que empujarla con el arco a su merced para poner el 2-0 de Victoriano cuando todavía no se jugaban veinte minutos de la etapa inicial. Seis minutos después llegó el descuento del elenco de Villegas, luego de un rebote a la salida de un córner, Sergio Alvarez desde la media luna metió un zurdazo imparable. Con el gol La Topadora cambió el desarrollo del cotejo y comenzó a adelantarse en el terreno de juego. Victoriano se tiró aún más atrás y apostó a alguna contra de Buglione para liquidarlo.
La etapa complementaria se jugó casi en su totalidad en el campo de los de Valentín Alsina y el ingreso de Silvio Fuentes cuando restaban veinticinco minutos para que el juego llegue a su fin, fue determinante para tener más precisión y llegada al arco rival. El zurdo reemplazó a Romero y el dibujo táctico pasó del 4-3-1-2 inicial a un más ambicioso 3-3-2-2. Con apenas tres minutos en cancha, Fuentes envió un centro desde la derecha para la entrada por el primer palo de Walter Negretti, que recibió un empujón de Cesar Villa, sancionado como penal por el árbitro Alejandro Busca. El propio Negretti puso el empate tocando con categoría al lado izquierdo del arco defendido por Patricio Taboada, que eligió el otro palo.
Quedaban veintidós minutos, más el descuento y el sueño del campeonato todavía estaba ahí. Parecía que se ganaba, aunque claro, si se lograban los tres puntos hubiéramos dicho que fue “a lo guapo” porque el fútbol (o “buen fútbol”, como quiera llamarlo usted) hace rato que no aparece por Villegas. En los diez minutos finales Liniers tuvo en los pies de Leandro Aversa las situaciones más claras para ganarlo, primero tras un desborde de Stanciola que tocó atrás para la entrada del Pelado, quien dentro del área chica no le pudo dar con comodidad y desvió el remate con el arquero rival ya vencido, y luego en la última jugada del cotejo, otra vez habilitado por Stanciola, Aversa metió un derechazo que tenía destino de gol, pero el mediocampista Hernán Figueredo, posicionado a un metro del arco, logró obstruir el envío que pudo ser el tanto de la victoria para El Celeste.
Segundo empate de local, que lo deja sin chances de lograr el ascenso directo, aunque las matemáticas den, el rendimiento colectivo demuestra a las claras que no. Las tres fechas que faltan deberían aprovecharse para “armar” un equipo con la ambición de ganar el octogonal y la promoción. Jugadores hay, sólo depende del técnico saber sacarles provecho y adaptarse él a las herramientas que tiene en el plantel.
De antemano se sabía que no iba a ser fácil, Victoriano Arenas viene desde comienzo de temporada con la misma base de jugadores y es una de las cuatro instituciones de la D que sostiene a su técnico (Darío Cassinerio) desde el inicio del campeonato. Si bien no es un rival que pelee el título, es un conjunto bien aceitado en su funcionamiento y que sabe lo que quiere. Antes ya le había quitado puntos a Argentino de Quilmes, Defensores Unidos y Midland.
Liniers por su parte llegaba diezmado en su defensa, lesionados Matías Gallo y Cristian Couceiro, la línea de cuatro la conformaron: Juan Pablo Rebecchi, flojo en el primer tiempo aunque mejoró en la última etapa, sobre todo cuando el equipo pasó a defender con tres. Oscar Romero, regresó tras su lesión ante Claypole (el 1/3/2008), en un puesto que no es el de él, le costó bastante adaptarse y salió reemplazado. Oscar Canteros, el Colo no viene pasando su mejor momento desde hace varias fechas, quedó demostrado en el primer gol de la visita, y Mauricio Remy. Está claro que el “tres” no es ningún exquisito pero desde aquel partido ante Juventud Unida a principio de año, en el que retornó a la titularidad, viene mostrando un desempeño muy regular.
El panorama estaba claro, un equipo bien armado (Victoriano) y otro que improvisaba en su defensa (Liniers). Así fue como la visita se adueñó del partido en los primeros veinte minutos, parando dos líneas de cuatro, manejando la pelota en el medio campo para asistir a sus dos delanteros. Cristian Buglione, ex Liniers, abrió el scorer con un golazo, superando la marca de Canteros y definiendo con categoría ante la salida de Marcos Fernández que nada pudo hacer para evitar el remate cruzado al ángulo. El segundo gol de los visitantes llegó tras un error defensivo y Luis Leiva sólo tuvo que empujarla con el arco a su merced para poner el 2-0 de Victoriano cuando todavía no se jugaban veinte minutos de la etapa inicial. Seis minutos después llegó el descuento del elenco de Villegas, luego de un rebote a la salida de un córner, Sergio Alvarez desde la media luna metió un zurdazo imparable. Con el gol La Topadora cambió el desarrollo del cotejo y comenzó a adelantarse en el terreno de juego. Victoriano se tiró aún más atrás y apostó a alguna contra de Buglione para liquidarlo.
La etapa complementaria se jugó casi en su totalidad en el campo de los de Valentín Alsina y el ingreso de Silvio Fuentes cuando restaban veinticinco minutos para que el juego llegue a su fin, fue determinante para tener más precisión y llegada al arco rival. El zurdo reemplazó a Romero y el dibujo táctico pasó del 4-3-1-2 inicial a un más ambicioso 3-3-2-2. Con apenas tres minutos en cancha, Fuentes envió un centro desde la derecha para la entrada por el primer palo de Walter Negretti, que recibió un empujón de Cesar Villa, sancionado como penal por el árbitro Alejandro Busca. El propio Negretti puso el empate tocando con categoría al lado izquierdo del arco defendido por Patricio Taboada, que eligió el otro palo.
Quedaban veintidós minutos, más el descuento y el sueño del campeonato todavía estaba ahí. Parecía que se ganaba, aunque claro, si se lograban los tres puntos hubiéramos dicho que fue “a lo guapo” porque el fútbol (o “buen fútbol”, como quiera llamarlo usted) hace rato que no aparece por Villegas. En los diez minutos finales Liniers tuvo en los pies de Leandro Aversa las situaciones más claras para ganarlo, primero tras un desborde de Stanciola que tocó atrás para la entrada del Pelado, quien dentro del área chica no le pudo dar con comodidad y desvió el remate con el arquero rival ya vencido, y luego en la última jugada del cotejo, otra vez habilitado por Stanciola, Aversa metió un derechazo que tenía destino de gol, pero el mediocampista Hernán Figueredo, posicionado a un metro del arco, logró obstruir el envío que pudo ser el tanto de la victoria para El Celeste.
Segundo empate de local, que lo deja sin chances de lograr el ascenso directo, aunque las matemáticas den, el rendimiento colectivo demuestra a las claras que no. Las tres fechas que faltan deberían aprovecharse para “armar” un equipo con la ambición de ganar el octogonal y la promoción. Jugadores hay, sólo depende del técnico saber sacarles provecho y adaptarse él a las herramientas que tiene en el plantel.
David Tarantino
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