Con una excelente actuación colectiva e individual, Liniers vapuleó a Victoriano Arenas en la que fue la mejor producción del equipo, desde que se inició la era Quercia. La goleada por 3 a 0, tuvo como abanderados a Hugo Palmerola (autor de un gol mitológico), Oscar Romero y Damián Bevcar, aunque el resto del conjunto no desentonó en lo absoluto.
El Celeste salió a buscar el partido desde el minuto inicial, mientras su rival aguardaba atrás, como si el empate le sirviera. Cassinerio apostó a la contra, pero se equivocó y lo pagó demasiado caro. Los 90 minutos fueron patrimonio absoluto de La Topadora que, más que nunca, hizo honor a su mote. En esto tuvo notoria incidencia la mano del técnico, Sebastián Quercia, porque el falso 4-4-2 se transformó en 3-4-1-2 cada vez que Palmerola se desprendía de su posición inicial. De mediocampista por la derecha, pasaba, por algunos momentos a ser enganche, por otros, mediapunta. A veces lo relevaba Romero, a veces Aversa, lo cierto es que la visita nunca pudo contrarrestar la disposición táctica de Liniers, ni la indescifrable gambeta del mediocampista, que jugó con el 7 en la espalda, aunque con el 10 en el alma.
En el primer tiempo, el local tuvo las chances más claras, en un potente cabezazo a media altura de Cristian Couceiro, que Fabricio Taboada tapó magistralmente sobre su izquierda, y en un remate rasante de Leandro Aversa, previa combinación entre Palmerola y Romero, que pasó muy cerca del palo izquierdo de la portería rival. Los de Villegas ya eran claros dominadores del juego, apoyados en el imponente trabajo de Romero y Bevcar en la zona central del mediocampo.
El segundo tiempo, de arranque, mostró los únicos cinco minutos con decisión para atacar por parte del conjunto de Valentín Alsina, que con el ingreso de Sosa por Villa, amagó cambiar el desarrollo del juego. En ese lapso, contó con dos chances clarísimas, primero con el remate de Claudio Leiva, que Couceiro rechazó en la línea, y luego del intento de Christian Buglione, Fernández sacó al corner. De ese tiro de esquina, vino el cabezazo de González y, esta vez fue Romero quien despejó sobre la línea de gol, cuando el arquero local ya estaba vencido. Fue solo un minuto en el que pareció que la tarde se le podía complicar al equipo de Quercia, luego el rumbo del partido se volvió a volcar en favor de La Topadora. A los seis minutos llegó el golazo de la tarde ¿Será el mejor del campeonato también? Muy posiblemente. Palmerola en su posición de “8” recuperó el balón ante Rodrigo Cortés e inició un unipersonal digno de cualquier publicidad de marcas deportivas de las que participan las megaestrellas del fútbol europeo, no había actores, ni cifras millonarias para los protagonistas, tampoco sobraban las cámaras, pero había fútbol. Y había mucho, como si “Huguito” (como lo llaman sus compañeros) lo hubiese guardado en sus botines para cuando su equipo más lo necesitara. Así, hizo absurdo cualquier intento de sus rivales por obstruir su camino al gol, primero dejando atrás a Luciano Rodríguez, y luego dejando pintados a los dos centrales que, mientras el “10” (no importa que número tenga en la espalda, es “El 10”) metía una diagonal electrizante, lo encimaron sin poder hacer nada para evitar el zurdazo bajo y cruzado, que dejó a Taboada como testigo principal de la obra.
Puro potrero. El ex Social Español, demostró que, cuando se lo propone, puede ser desequilibrante y letal para romper cualquier esquema defensivo.
En desventaja, Victoriano Arenas terminó de descontrolarse y le dejó mucho más espacio a Liniers, que lo aprovechó para redondear una merecida goleada. A los 30 minutos, un desborde de Palmerola por derecha para habilitar a Rodrigo Sánchez, se transformó en el 2 a 0, tras el remate fortísimo del delantero, que capturó el rebote en el arquero visitante para estampar su primer gol con la camiseta celeste. A los 37 minutos, una buena jugada individual de Aversa derivó en un pase al segundo palo para la entrada libre de Luis Stansiola que, sin resistencia alguna, tocó al gol. Cuarta conquista para el mediocampista en la actual temporada, que no anotaba desde el 10-11-´07, cuando marcó dos, en la goleada por 4 a 0 ante Muñiz, por la decimotercera fecha.
Esta vez, Liniers fue un equipo sin dudas ni desacoples y con una clara decisión de ir a buscar el resultado, aunque el empate le bastaba. Que su rival no fue medida, puede ser. Pero fue el equipo de Quercia el responsable de que el partido, por momentos, pareciera más un entrenamiento que un juego a todo o nada, y eso es algo que no se consigue de casualidad.
Parece que Quercia encontró el equipo y las dudas quedaron atrás. El domingo, en Villegas y el miércoles, muy posiblemente en el estadio de Lanús, tendrá la posibilidad de demostrarlo ante Berazategui. Un rival que, por historia y por presente, es complicado para El Celeste. Las fichas parecen estar acomodadas, aunque a veces, patear el tablero no es un recurso demagógico, sino una sutil estrategia.
A jugar.
miércoles, 28 de mayo de 2008
Con autoridad
David Tarantino
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