Tanto Liniers como Berazategui en los últimos años son los equipos que siempre estuvieron en la lucha por el ascenso y por distintas razones se les negó. Cada enfrentamiento entre ambos tuvo además determinados condimentos que bien podríamos denominarlo un clásico de la categoría, no por su cercanía, sino por su protagonismo. Este año no fue la excepción. Uno de los dos llegará a la final del Reducido por una Promoción.
Recordamos rápidamente aquél enfrentamiento del 2006 suspendido en el Juan Antonio Arias al terminar el primer tiempo por la incalificable actitud de los hinchas naranjas, o la histórica resolución de La Topadora de no presentarse en el torneo siguiente por la sorprendente decisión del Coprosede de privarlo de la localía, y para completar el penoso arbitraje el año pasado de Claudio Benítez en cancha de Berazategui.
El historial marca cierta paridad, aunque Liniers de visitante sólo ganó en el 2005. No podemos olvidar la última final del Reducido en La Plata, o la caída en Quilmes.
El naranja pasó con lo justo ante Riestra, no sufrió demasiado, pero hizo un gol y se dedicó a especular con la ventaja. No tuvo una actuación lucida.
Liniers en cambio venía con dudas al enfrentamiento con Victoriano Arenas, y desde el minuto inicial las fue despejando. Ganó con claridad, no especuló con la ventaja deportiva, y llegó por momentos a un nivel superlativo, que nunca había alcanzado este año. Figuras que se consolidan como Hugo Palmerola, autor de un golazo, y Rodrigo Sánchez, otras que confirman y recuperan su nivel como Damián Bevcar, Oscar Romero y Cristian Couceiro. Un equipo sólido, que terminó aplastando a su rival.
Un detalle más, que marca la confianza del grupo. Muchos querían enfrentar a Berazategui en esta instancia, sabiendo que es el rival a vencer. Pasar al naranja sería abrir un panorama muy optimista con vistas al futuro.
domingo, 1 de junio de 2008
Berazategui, el rival de siempre
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