Una semana muy complicada tuvo su derivación en el campo de juego. Con varios cambios obligados, Liniers debió sortear la presión extra que significaba tener que ganar para no perderle pisada al puntero, y en el caso personal de varios jugadores, esmerarse sobremanera para hacer olvidar a los que ya no estaban.
Como era previsible, Ituzaingó fue un equipo duro, con oficio en varios de sus jugadores, que terminó complicando al celeste. Liniers volvía a presentar 4 defensores, 3 en el medio, 2 enganches y sólo Negretti de punta. Rodrigo Sánchez no pudo entrenar la semana completa y fue al banco.
El primer tiempo fue de estudio. Liniers en la iniciativa, pero sin asumir el protagonismo, más preocupado en ordenarse defensivamente, ante el estreno de una "nueva" línea de 4. Ituzaingó en la tarea de neutralizar. No hubo ideas claras, y escasearon las situaciones de gol. Peleado y discreto, con muy poco fútbol. Pasada la media hora, un remate cruzado de Aversa fue devuelto por el travesaño. Poco después nuevamente participaron Gallo y Aversa en otra situación neta, que hizo estremecer el arco visitante.
La táctica y la estrategia parecen derrumbarse ante la realidad: el gol. Ituzaingó impactó de arranque en el complemento tras gran jugada individual de Hernán García, que contó con la colaboración de una defensa que seguía dudando. El sueño de acercarse al puntero, parecía desencadenar en la pesadilla de los últimos partidos. Ituzaingó niveló la posesión de la pelota, pero sin arrimar peligro. Es más, no se apartó del libreto y trató de cerrarse del medio hacia atrás con los cambios producidos. Desesperación en Liniers. Las ideas no abundaban, pero sí el temperamento por revertir el panorama. Nuevamente Aversa, parte de la explicación del resurgimiento celeste. No es desaprovechar sus condiciones ubicándolo en una línea defensiva?. Fuentes buscaba con remates de media distancia, Bevcar crecía en protagonismo, Negretti y Sánchez obligaban arriba. El impulso anímico de Liniers desbordó a Ituzaingó. Sobre el final, nuevamente Leandro Aversa protagonista y la sanción de un penal que dejó dudas. Fuentes llevó alivio convirtiendo el empate. Tras cartón, Aversa estuvo cerca de lograr el milagro.
Una nueva etapa comienza, un plantel que seguramente deberá rearmarse con vistas al futuro. La diferencia de Defensores Unidos parece decisiva, pero matemáticamente todavía queda una ilusión. En el peor de los casos, salir segundo permite tener la localía asegurada en la definición del reducido. Lo positivo esta vez fue la respuesta anímica del equipo cuando todo parecía perdido. Pero todavía está la deuda futbolística, en la que, a la luz de los últimos partidos, el cuerpo técnico deberá trabajar bastante.
Víctor Marinelli
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